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El uso del hijab: ¿Obligatorio, voluntario o una sentencia?
23 sept 2022

Elaborado por Naileth Jiménez, Alumna del Servicio Social del PUEAA

Treinta y siete años después de la Revolución Islámica en Irán, a pesar de una legislación que les concede menos derechos que a los hombres, las mujeres desempeñan un rol fundamental en Irán. Se hacen lugar en todos los sectores, aun si la mayoría de los altos cargos de la administración todavía siguen cerrados para ellas. En virtud de una lectura estricta del Corán, las mujeres no pueden ser juezas de pleno derecho ni interpretar los textos sagrados, aun si acceden al rango de ayatolá. Pero pueden ser arquitectas, jefas de empresa, ministras. Por ejemplo, el Parlamento iraní cuenta con nueve diputadas (todas conservadoras) y una primera embajadora: Marzieh Afjam asumió su cargo en Kuala Lumpur en noviembre de 2015. Nada es fácil: las mujeres deben luchar para imponerse. Y, sobre todo, para hacer que se reconozcan sus derechos en un país en el que sufren discriminaciones en todos los niveles. Para casarse, trabajar, viajar, abrir una cuenta bancaria o heredar están sometidas a leyes inicuas y dependen de la voluntad del jefe de familia. Por ejemplo, contrariamente a su marido, para divorciarse una mujer deberá fundamentar su decisión ante el juez y esperar su autorización. Los hijos le serán confiados hasta los dos años en el caso de un varón, hasta los siete en el de una niña. Luego, es el padre quien tendrá la tenencia, a menos que la rechace. En cuanto a la autoridad parental, corresponde al padre, aunque los niños vivan con su madre. “El hombre es rey en la ley”, como lo resume Azadeh Kian, profesora de sociología política.

Según Florence Beaugé (2016), en su artículo La revolución silenciosa de las mujeres iraníes, nos dice que las cifras oficiales subestiman el trabajo de las mujeres: solo 14% tendría un empleo. En realidad, sumando el trabajo en negro y la agricultura, entre 20% y 30% de ellas ejercen una actividad regular. Y esto no es más que el comienzo. La demanda femenina para integrar el mercado de trabajo aumenta muy rápido. En las universidades, el 60% de los estudiantes son mujeres.

En la actualidad, la creciente presencia de las mujeres en todas las esferas de la vida social resulta cada vez más relevante. Florence (2016) afirma que mientras el régimen persigue a las jóvenes en virtud de su “vestimenta inadecuada”, muchas de ellas establecen una suerte de juego entre el gato y el ratón con las policías de costumbres, al tiempo que lograron derribar algunas de las barreras que aún les impiden avanzar. Su elevado nivel de instrucción (son mayoría en las universidades) facilita su independencia y la reivindicación de sus derechos, todavía postergados por la tradición islámica del país persa. En Irán en el siglo XXI, el tema de la mujer se ha situado como parte central de los discursos políticos debido a dos importantes revoluciones nacionalistas. Un debate sumamente importante de estos discursos y que me interesa explorar es el uso o no uso obligatorio del hijab.

Con el propósito de establecer una sociedad moderna basada en las reformas occidentales, Reza Shah (fundador de la dinastía Pahlavi) planeó eliminar cualquier rastro de tradicionalismo, por lo que dictó la obligatoriedad de no utilizar la pañoleta el 8 de enero de 1936, esta reforma fue apoyada por hombres y mujeres de la clase alta, no obstante, provocó la humillación y discriminación de mujeres de la clase popular. A mediados de los años 70s, con el ascenso del movimiento de oposición, el hijab se volvió un símbolo de resistencia y solidaridad entre las mujeres. Velayati, Masoumeh (2001) dice que a pesar de todas las consecuencias de la eliminación del hijab, este símbolo de “retroceso” fue gradualmente adoptado por mujeres de educadas de clase media y media baja, como una protesta política o religiosa hacia las políticas de género adoptadas.

En la ideología islámica de género, la maternidad era glorificada y las mujeres eran vistas como miembros invaluables de la familia, esta perspectiva fue percibida como de prosperidad para la mayoría de las mujeres. Las nociones como fundamental o invaluable, definidas por los varones, acerca de la debilidad biológica, emocional e intelectual de la mujer llevaron a que la noción de sexualidad femenina debía ser controlada y domesticada para prevenir su potencial poder seductor y así en 1980 la mujer quedó sometida a un rígido control.

Para las mujeres iraníes que habían estado luchando por mucho tiempo para obtener un limitado nivel de igualdad, la imposición del código de vestimenta por parte del estado islámico significó una derrota real.

Velayati (2001) en su estudio sobre el hijab, nos dice que esta pañoleta es una manifestación que tiene distintos significados, en primer lugar, el tipo de hijab indica la posición social de la mujer que lo usa, en segundo lugar hace referencia a las relaciones de parentesco, en tercer lugar, hace referencia al tema de la sexualidad, en cuarto lugar es un indicador de la identidad y en el contexto iraní demuestra la hegemonía de las políticas islámicas.

Debemos de entender que el contexto influye mucho en las perspectivas y por esto tenemos distintas opiniones del uso o no uso del hijab pues más allá de protestas contra el estado o la religión o su carácter obligatorio, también puede servir como algo a favor de los propios intereses de la mujer, en términos de su papel de respeto propio y en la autoprotección de contra el acoso sexual de los hombres, la corrupción moral, los pecados e incluso la seguridad que proporciona en una situación de riesgo. En esto último quiero abordar el tema de seguridad con un ejemplo sucedido recientemente, donde una joven de 22 años llamada Mahsa Amini fue arrestada por la llamada “policía de la moral” y falleció bajo su custodia. Amini fue arrestada por el supuesto de no cumplir con las estrictas regulaciones sobre el uso del hijab. Según la BBC, “Testigos indicaron que Amini fue golpeada dentro de una furgoneta de la policía después de ser detenida en Teherán. La policía negó las acusaciones y dijo que la mujer "sufrió un repentino problema cardíaco". Su muerte ha desencadenado una serie de protestas y manifestaciones por parte de grupos de mujeres. La ONU también ha hecho declaraciones y exige que se realice una investigación independiente sobre la muerte de Amini. “La trágica muerte de Mahsa Amini y las acusaciones de tortura y maltrato deben ser investigadas de forma rápida, imparcial y efectiva por una autoridad competente independiente”, afirmó Nada al-Nashif, alta comisionada en funciones para los derechos humanos.


Fuentes

AP. (2022, 20 septiembre). Masha Amini: ONU exige investigar muerte de una mujer en Irán tras ser detenida por la ‘policía de la moral’. El Financiero. En línea

BBC NEWS MUNDO. (2022, 21 de septiembre). Cómo funciona la "policía de la moral" acusada de matar a golpes a una joven en Irán, desatando fuertes protestas. BBC. En línea

Beaugé, F. (2016). La revolución silenciosa de las mujeres iraníes. Nueva Sociedad. N. 265, septiembre-octubre, 132-141.

Editorial (2009). La protesta de las mujeres: Irán después del 12 de junio de 2009. Política Exterior, 23(130), 5–6. En línea

Rodríguez, D. (2022, 19 de septiembre). El velo islámico en entredicho: cómo la muerte de una joven desata protestas de las mujeres en Irán. El Comercio. En línea

Velayati, Masoumeh (2001). El hejab (pañoleta islámica) en el Irán actual: una visión de las mujeres respecto a su uso. Economía, Sociedad y Territorio, III (10), 337-353. [fecha de Consulta 23 de septiembre de 2022]. ISSN: 1405-8421. En línea