Elaborado por Mauricio Vega, Alumno de Servicio Social del PUEAA
El 12 de noviembre de 2020 en Hong Kong, sucedió un hecho sin precedentes: 15 miembros del cuerpo legislativo de la isla (LegCo) renunciaron. Los legisladores buscaban enviar un mensaje al poder ejecutivo de la isla liderado por Carrie Lam y al gobierno central en Beijing (liderado por Xi Jinping) del rechazo de la medida tomada por la Asamblea Popular Nacional de China (APN) de separar de su cargo a 4 miembros del LegCo: Alvin Yeing, Kowk Ka-Ki, Dennis Kwowk y Kenneth Leung. La APN (cuerpo legislativo chino) argumentó razones de seguridad nacional para retirar a los consejeros de su cargo, no obstante, no se ofrecieron pruebas de que en efecto se haya vulnerado la seguridad nacional. La decisión de la APN responde a una motivación política de acabar con los miembros del LegCo que muestran abiertamente su rechazo a las políticas pro-Beijing.
De acuerdo con la ONG Human Rights Watch “La acción de Beijing marcó un punto de quiebre, dando al gobierno de Hong Kong las prerrogativas arbitrarias para destituir a cualquier legislador cuyas opiniones no le gusten, convirtiendo al Consejo Legislativo semidemocrático, o LegCo, en un organismo de sello de goma”. La expresión indica que el LegCo ya no disfruta de un verdadero poder de facto frente al ejecutivo.
El Consejo Legislativo de Hong Kong se estableció en el siglo XIX cuando Hong Kong se convirtió en una colonia británica como resultado de las Guerras del Opio. Los británicos moldearon el sistema político de su colonia con diferencias importantes respecto al modelo liberal británico. La similitud más importante es la existencia de la separación de poderes, pues se instituyeron cortes independientes del poder ejecutivo. Por otro lado, el Consejo Legislativo se estableció inicialmente como un órgano asesor del gobernador (el jefe del poder ejecutivo). Por ser una colonia, era importante que el gobernador de Hong Kong tuviera la capacidad de acatar órdenes inmediatas de Londres sin que pasaran por el control de un cuerpo legislativo, sobre todo en asuntos que pusieran en riesgo la seguridad de la colonia.
En la década de los ochenta, con la influencia de la descolonización africana iniciaron las negociaciones entre la entonces Primera Ministro Margaret Thatcher y el presidente de la República Popular China, Deng Xiaoping para que volviera a su soberanía la isla de Hong Kong, perdida durante las guerras del opio. Se llegó a un acuerdo en el cual la isla de Hong Kong se devolvería a su soberano original: China. No obstante, la declaración sino-británica que plasmó por escrito este acuerdo dejó en claro que se conservarían las instituciones políticas erigidas por los británicos. El gobierno chino estuvo de acuerdo, pues este sistema político logró la prosperidad económica y política de la isla durante varias décadas. Además, le daba un fuerte peso al poder ejecutivo el gobierno saldría beneficiado de usarlo. Esta política de mantener un sistema político diferenciado se conoce como “Un País Dos Sistemas” o por sus siglas en inglés OCTS y ha sido una de las políticas centrales que ha permitido la gobernabilidad de la isla desde su entrega a China en 1997.
Desde 2019, la ciudadanía en Hong Kong ha mostrado su desacuerdo en sucesivas manifestaciones, pues consideran que la autonomía prometida en 1997 a través de la política OCTS y plasmada en la Ley Básica ha sido vulnerada en varias ocasiones. Con la llegada de la Pandemia por covid19, las manifestaciones se pausaron debido a las medidas de distanciamiento social y con un clima político tenso la APN aprobó en junio una Ley de Seguridad Nacional. Esta ley no fue turnada al Consejo Legislativo de la isla, sino que fue aprobada por la APN y otorga al gobierno nacional y al gobierno de Hong Kong poderes discrecionales para tomar acciones si consideran que la seguridad nacional está en riesgo.
Separar de su cargo a los cuatro legisladores prodemocracia confirma estos temores, pues nada asegura que posteriormente no pueda sucederle lo mismo a otro legislador prodemocracia. La renuncia de los legisladores refleja que el LegCo ha dejado de tener sentido como un espacio para alzar la voz en contra de las políticas del ejecutivo. Aunque si bien la jefa ejecutiva Carrie Lam podía pasar leyes sin la aprobación del LegCo, había un acuerdo implícito en el cual no lo haría por respetar su papel en la división de poderes.
Kwok Ka-Ki uno de los miembros del LegCo expulsados por la APN tuiteó: Hoy, OCTS terminó. Cualquiera que haya tomado esta decisión deberá responderle a la historia y a cada una de las personas de Hong Kong.
Los acontecimientos ocurridos en noviembre de este año son evidencia de que el liderazgo de China no tiene intenciones de convertir al gobierno de Hong Kong en un régimen más democrático; al contrario, las leyes aprobadas durante el último año dan cuenta de que el sistema político que diferenciaba a Hong Kong de China continental podría desaparecer, más pronto de lo previsto en las negociaciones de la década de los ochenta.
Fuentes
Chow, Yanni Chow, Yoyo. “Hong Kong Opposition Stages Final Protest in Assembly before Mass Resignation”. Reuters, el 12 de noviembre de 2020. Documento en línea
Kuo, Lily, y Helen Davidson. “Hong Kong Opposition Lawmakers All Quit after Four Members Ousted”. The Guardian, el 12 de noviembre de 2020, sec. World news. Documento en línea
Human Rights Watch. “China: Beijing Forces Out Hong Kong Opposition Lawmakers”, el 12 de noviembre de 2020. Documento en línea.
Fecha de publicación: 04/12/2020