Elaborado por Naileth Jiménez, Alumna del Servicio Social del PUEAA
El incremento de la popularidad de las manifestaciones culturales de distintos países de Asia como Japón o Corea del Sur es innegable; sin embargo, es necesario focalizar un gran problema social que se esconde debajo de toda esta fama.
Japón se ha mantenido entre los países con las mayores tasas de suicidio del mundo por años, contando con alrededor de 20.000 casos y una tasa de 16,0 por cada 100.000 habitantes en 2019. Dicha situación ha convertido a este fenómeno en un tema-país que continúa preocupando a las autoridades locales en la actualidad, a pesar de la tendencia al descenso que ha presentado en la última década. A su vez, Corea del Sur registró una tasa de suicidio de adolescentes y jóvenes con edades comprendidas entre los 9 y 24 años, de 9,1 suicidios por cada 100.000 personas en 2018, lo que supone un aumento en comparación con la del 2017, de 7,7 suicidios. El suicidio ha sido la primera causa de muerte entre los jóvenes surcoreanos desde 2007. Esta tasa llegó a su nivel máximo en 2009, con 10,3 suicidios. Desde luego, la industria del entretenimiento en dichos países no se encuentra excluida: las celebridades tanto japonesas como coreanas pasan por mucho estrés durante su carrera artística. La industria del entretenimiento es bastante exigente y los fans muy demandantes.
En el caso de Corea, el Kpop se ha convertido en un símbolo del país, pero ¿cómo logró esto? Bien, la industria selecciona jóvenes, los cuales dedican entre tres y cinco años (en algunos casos hasta diez) a un exigente programa de formación en el que su tiempo se reparte entre el ejercicio físico, la práctica de coreografías, la técnica vocal y el estudio de idiomas.
A lo largo de este adiestramiento, cada detalle de las futuras estrellas se pule por medio de dieta, vestimenta o cirugía. Los escasos elegidos que logren debutar deberán firmar un contrato que les otorgará a las productoras un control casi absoluto sobre su vida personal. Una de las cláusulas más comunes establece, por ejemplo, que los artistas deben permanecer solteros.
“Una vez que han debutado, los cantantes pierden cualquier oportunidad de tener una vida normal. El escrutinio es enorme y todo lo que hacen tiene un gran impacto, por eso deben ser perfectos, no solo de cara a ellos mismos, sino también por sus compañeros de grupo y su empresa”, explica CedarBough T. Saeji, profesora de idiomas y culturas orientales en la Universidad de Indiana. “Esta presión, sumada a la aparición constante en todo tipo de plataformas sin ningún espacio para la expresión individual, puede resultar muy complicado de soportar”.
Se cree que una de las principales razones por las que se dan estos casos de suicidio dentro de la industria, es la alta cantidad de acoso que estas estrellas reciben por redes sociales o por los propios medios de comunicación. La sobreexposición de los artistas les convierte en un blanco fácil: cada aspecto de su vida es entretenimiento para la audiencia.
Por ejemplo, tenemos el caso de Sulli, cantante y actriz de 25 años, que declaró sentirse “agotada física y mentalmente por los comentarios negativos y falsos rumores”, antes de tomar la decisión. Otro caso importante fue el del cantante Jonghyun del grupo Shinee, en el 2017, también reveló las fuertes presiones que reciben los músicos surcoreanos al entrar a la industria del entretenimiento. El cantante en sus últimas palabras expresó que había sufrido de depresión antes de tomar la fatal decisión de quitarse la vida.
La parte más difícil de sufrir de depresión es que los jóvenes artistas no pueden revelarlo o buscar ayuda. En Corea del Sur, acudir al psiquiatra es mal visto. Algo parecido vivió Park Bom, integrante de 2NE1, cuando sufrió acusaciones por dar a conocer que consumía antidepresivos. La prensa incluso la trató de "drogadicta" y hasta el CEO de su empresa tuvo que dar declaraciones para aclarar la situación.
El caso de Japón es algo parecido, pues para las celebridades, las presiones sociales normales pueden verse magnificadas por las expectativas de millones de fanáticos. Y, a diferencia de Estados Unidos, donde las celebridades ahora hablan más abiertamente sobre la búsqueda de ayuda psicológica, este comportamiento es en gran parte tabú en Japón, un país que ha tardado más en desarrollar servicios de salud mental, a pesar de algunas mejoras. La compasión del público puede ser limitada, con estrellas rápidamente criticadas por cualquier comportamiento que los fanáticos consideren poco agradecidos por su celebridad.
El caso de la actriz japonesa Yuko Takeuchi, ha vuelto a hacer saltar las alarmas en el país nipón ante la oleada de artistas y celebridades que están quitándose la vida en los últimos tiempos. Vista desde fuera, la actriz parecía tener una vida ideal; sin embargo no todo era tan simple. Incluso después de su muerte, Takeuchi, ha sido objeto de condenas por parte del público japonés, incluyendo referencias a su riqueza y comodidad material.
Nadie puede saber plenamente qué tormento privado podría haber acechado bajo la superficie, pero en una sociedad japonesa que valora el “gaman” (palabra japonesa originaria del budismo zen que significa "soportar lo aparentemente insoportable con paciencia y dignidad”) muchos sienten la presión de ocultar sus dificultades personales. La carga se agrava para las celebridades cuyo éxito profesional depende de la proyección de un ideal impecable.
Takeuchi es la última de una sucesión de estrellas de cine y televisión japonesas que se han quitado la vida. Su muerte se produjo menos de dos semanas después del suicidio de otra actriz, Sei Ashina, de 36 años y a principios del 2020 Hana Kimura, luchadora profesional y protagonista del programa de telerrealidad Terrace House, se quitó la vida después de un incesante acoso en las redes sociales.
Una situación lamentable, el auge de este tipo de casos en el medio de entretenimiento asiático hace sonar las alarmas no sólo de las autoridades sino también del público internacional, definitivamente el acicate necesario que nos invita a reflexionar.
Referencias
Hikari,H. & Makoto, R. (12 de octubre del 2020). Los suicidios de algunas celebridades en Japón
revelan una tendencia nacional. The New York Times. En línea
Santirso, J. ( 20 de octubre de 2019). Kpop: los dramas que la gloria esconde. El País. En línea
El Universo. (05 de diciembre de 2019). Qué esconden los suicidios de las estrellas surcoreanas de
Kpop y Kdramas. El Universo. En línea
Leiva, K. (2021). Nihon no jisatsu: representaciones del suicidio en la cultura pop japonesa post 80’s.
SciELO. 16(24). http://dx.doi.org/10.51188/rrts.num24.445
Tele Cinco. (29 de septiembre del 2020). La preocupante oleada de muertes de celebridades en Japón:
desde Ashina Sei a la reciente Takeuchi Yuko. TeleCinco. En línea
Nippon.com. (16 de noviembre de 2020). El suicidio es la principal causa de muerte entre los jóvenes
en Japón. Nippon.com-Una ventana a Japón. En línea