Elaborado por Daniela Bravo, alumna del servicio social del PUEAA
Hablar de entretenimiento hoy en día abarca muchas actividades, que pueden ir desde practicar algún pasatiempo, hasta la creación de arte, que, eventualmente, junto con otras creaciones o expresiones de lo que se vive día con día, se convertirá en la cultura de un pueblo o nación.
El “amor al arte” ha permitido enriquecer culturalmente a muchas naciones, sin embargo, a veces eso no es suficiente, pues se necesita también generar ganancias para prosperar y poder seguir creando.
Hablar de la industria cultural no solo es comprender que la cultura transmitida a los medios de comunicación masiva es diseñada y producida con el objetivo de ganar utilidades, sino también abarca la modelación de comportamientos, configuración de los sentidos, la percepción y la reproducción de los valores que la sociedad que la crea desea conservar y exponer.
Si bien es cierto que la industria del entretenimiento es parte de la industria cultural, la primera ha sido crucial para crear relaciones comerciales entre países, un buen ejemplo de esto es Corea del Sur, que gracias a sus producciones de entretenimiento ha estrechado o creado relaciones comerciales con otros países.
Corea del Sur como productor de contenido
El K-pop fue una apuesta muy fuerte surgida en Corea, la popularidad que ha ganado en los últimos años no puede ignorarse, quizá el éxito más recordado por las personas es el de la canción “Gangnam Style” lanzada en 2012, y que actualmente cuenta con 4191 millones de reproducciones en Youtube.
Este primer gran éxito mundial le hizo un gran anuncio al mundo: El K-Pop se ganará un lugar en la industria musical mundial. Y así lo hizo, pues los idols con cada canción, cada video y cada coreografía, se han ganado el corazón de millones de fanáticos que los apoyan incondicionalmente en distintos países del mundo.
Gracias a estos fans todo el material de entretenimiento que Corea del Sur produce gana relevancia también a nivel general y así, no solo los fans consumen estas producciones, sino también el público general, que puede comprobar con sus mismos ojos y oídos la calidad con la que se crean. Visita nuestra entrada “La importancia de las economías creativas para Asia” para conocer un poco más del tema (http://pueaa.unam.mx/blog/economias-creativas-asia)
Japón como productor de contenido
El caso de Japón podría no parecer tan exitoso a nivel mundial como lo fue el K-Pop, sin embargo, la aportación que su industria del entretenimiento ha hecho, a la del mundo es bastante importante. Por ejemplo, en la industria de la animación, creó un estilo único de dibujo, así como una manera menos costosa de realizar cada producción audiovisual.
El anime fue un ejemplo de cómo las personas disfrutaron de producciones asiáticas sin saber la procedencia de estas, sin embargo, esto le ayudo a que, ya entrada la globalización, las personas anhelaran aún más este tipo de contenido con mucha más información al respecto.
Pero eso no fue todo, Japón también brindó al mundo del entretenimiento algo que no imaginaba que tendría tanto éxito, una compañía que desde su fundación ha logrado recabar millones y estar presente en la vida de muchas personas: Nintendo, que se aventuró crear nuevas experiencias para el disfrute y entretenimiento del mundo.
India como productor de contenido
Quizá no sea tan sencillo pensar en algún producto de entretenimiento que provenga de este país, pero India le brindó al mundo desde hace aproximadamente 100 años una opción diferente de entretenimiento, que, aunque desde su nacimiento estuvo muy enfocada a su propio público, sus característicos números musicales mezcla de canciones populares del país con coreografías coloridas del pop occidental, ha cautivado a millones alrededor del mundo.
Bollywood es una industria del entretenimiento que ha logrado abrirse camino en el mundo a pesar de tener formatos diferentes a los que se está acostumbrado en occidente, sin embargo, esto no quiere decir que dicha industria no esté caminando hacia una nueva etapa en la que la diversificación de temáticas le permita captar el interés de más personas y por consecuente, de otros países del mundo.
China como productor de contenido
En la actualidad puede que lo que más se conozca de China, son aquellos productos manufacturados que podrían ser cualquier cosa que una persona promedio tenga en su casa, desde recuerditos hasta electrodomésticos. Y aunque podría parecer lógico que un país que produce tantas cosas también ha creado su propia industria del entretenimiento, tal vez no ha sido tan conocida como las que anteriormente se mencionaron.
China nos ha brindado series y novelas muy exitosas que no solamente han generado millones dentro del país, sino que también gracias a plataformas digitales, páginas de fans o redes sociales, han intervenido en la vida de muchas personas, convirtiéndolas en fanáticas de estas producciones. Puedes leer un buen ejemplo de esto en nuestra entrada “Un ejemplo de éxito: Mó Dào Zǔ Shī” (http://pueaa.unam.mx/blog/un-ejemplo-de-exito-mo-dao-z-shii)
Sin duda alguna Asia ya tiene un lugar importante en la industria del entretenimiento mundial, pero poco a poco va ganando terreno, en la música, el cine, la animación y las series. Han obtenido la apreciación de cada vez más personas e incluso de otras industrias que buscan colaborar con ellos y así propiciar mejores relaciones comerciales.
Fuentes
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Otero, L. (2016, 30 noviembre). ¿Es verdad que Bollywood es más potente que Hollywood? MuyInteresante.es. En línea
Molnar, V. (2014). La ola de K-Pop rompe en América Latina: un fanatismo transnacional para las relaciones exteriores de Corea del Sur. Questión, 1, 159–179. Documento en línea
García Anton, C. (2018). El entretenimiento como industria. Letras, 7, 103–109. Documento en línea
Zapett, A. (2002). Industria Cultural. Contexto, 4, 34–35. Documento en línea