Elaborado por María Fernanda Paredes, Alumna del Servicio Social del PUEAA
La cultura, política, arte y dinámicas sociales actuales han sido moldeadas alrededor de una estructura racista. La supremacía blanca está presente en lugares clave como son la cultura de masas y los cánones de belleza, su presencia en la construcción de la sociedad es innegable y, por ende, debería ser cuestionada. Es a partir de estos cuestionamientos que surgen diversos movimientos de resistencia, y aunque estamos acostumbradxs a percibir y reconocer únicamente los que se desarrollan en el ámbito político, existen aquellos enfocados en la cultura y el arte; tal es el caso del Afrofuturismo.
El Afrofuturismo es una ola cultural y artística internacional, plurilingüe, multifacética y considerablemente visionaria. Dentro de las características del movimiento encontramos su constante evolución, siempre partiendo de la experiencia negra como un punto de encuentro entre pasado y futuro. De la misma forma, otra de sus características importantes es la incorporación de elementos como las cosmologías africanas o el realismo mágico.
La construcción del movimiento a partir de estas bases lo convierte en un rechazo consciente a la percepción colonial de la realidad, aquella que asocia a la ciencia, y todo lo que deriva de la misma, con occidente y con la “cultura blanca”. En palabras de la autora y cineasta Ytasha L. Womack, el movimiento explora “la intersección entre cultura negra, tecnología, liberación e imaginación, con una pizca de misticismo también. […] Es una forma de unir el futuro con el pasado y, en esencia, de ayudar a reinventar la experiencia de las personas de color”.
El movimiento cobra relevancia en la actualidad al encontrarse con un punto quiebre de las concepciones culturales y sociales tradicionales a nivel mundial. Con movimientos como Black Lives Matter, la lucha organizada de las mujeres y las revoluciones sociales que ocurren en Medio Oriente, el mundo atraviesa un momento clave para la reconfiguración de sus pilares, unos que hasta el momento se han erigido alrededor del racismo y el clasismo, así como de un sistema capitalista y patriarcal.
El afrofuturismo encarna una oportunidad para la comunidad negra de sentirse representada e impulsada en aspectos que parecerían únicamente reservados para la hegemonía blanca artística, estética y cultural. El movimiento se vuelve una apuesta para reposicionar la producción artística y literaria de las personas negras como los lienzos de Jean-Michel Basquiat, el rock psicodélico de Jimi Hendrix, la prosa de Ralph Ellison y el jazz vanguardista de Miles Davis, hasta las novelas de George S. Schuyler.
Esa puede considerarse la meta del afrofuturismo: la adopción de un pensamiento visionario en un proceso que ha sido denominado “la recuperación táctica del alma negra”, imaginando mundos posibles y recuperando los pasados. El afrofuturismo se vuelve una apuesta por el cambio, la evolución y la resistencia.
Fuentes
L. Womack, Y. (2013). Afrofuturism: The World of Black Sci-Fi and Fantasy Culture. Lawrence Hill Books.
Esteve, F. (2016). Afrofuturismo, ciencia ficción e identidad africana. Documento en línea
Damián, G. (2021). Misión en órbita: los africanofuturos. Documento en línea
Hidalgo, A. (s/f). Mínima introducción al afrofuturismo. Documento en línea