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La herencia africana en España
24 ene 2020

“A mí no me tiene que integrar,

yo he nacido aquí;

a mi me tienen que visibilizar”

Lucía Mbomío

España como muchas otras naciones fue parte del tan lucrativo negocio de trata de seres humanos, desde el descubrimiento de América hasta finales del siglo XIX. El negocio esclavista se estima que dos millones de personas fueron esclavizadas a lo largo de cuatro siglos, para realizar trabajos forzados en minas, haciendas o en ciudades españolas de ultramar (Piqueras, 2019). La existencia de la esclavitud y la utilización como instrumento económico ayudo a muchas naciones en su economía, en el caso español su mayor beneficiario fue la Corona.

La explotación económica en América fue la verdadera razón impulsora del tráfico negro, debido a la prohibición ilegal de la esclavitud de la población india y la necesidad de trabajos forzosos en el nuevo mundo (Tedde, 2012). Sevilla se situó como uno de los lugares de distribución de esclavos más importante del mundo, y era apodado el tablero de ajedrez, por la mezcla de los negros (esclavos) entre los blancos (españoles).

Los españoles no participaron en el comercio de esclavos como lo hizo Portugal, ya que en virtud del Tratado de Tordesillas (con acceso exclusivo a la costa occidental) fue la primera emisora de esclavos subsaharianos. Aunque pronto se incorporarían otras potencias como Inglaterra, Francia y Holanda. El Tratado de Tordesillas dejaba a España los territorios más al oeste, y bajo la fórmula monopolística de asiento España se incorporó al tráfico de esclavos. Carlos III liberalizó la trata y comerciantes españoles empezaron a fletar barcos y tomaron parte del comercio fueron parte del comercio entre los puertos de Europa, ÁFRICA Y América (Piqueras, 2019).

Tras la Revolución de Haití, Inglaterra lidero las iniciativas abolicionistas y en 1817 compromete a España a ilegalizar el tráfico de esclavos, tratado que incumplieron los comerciantes al ser tan lucrativo negocio, siguieron con el tráfico de esclavos hasta la abolición, convirtiéndose en el último país abolicionista tras la abolición en Cuba en 1869 (Piqueras, 2012).

Como todo acontecimiento histórico deja huella, para España no sucedió diferente. Tras haber sido el país con mayor tráfico de esclavos de Europa, la herencia e influencia cultural africana evidente, desde la música, el baile, los instrumentos musicales, el arte, etc.

Africanos del oeste y del interior fueron trasladados por miles en barcos que zarpaban desde el golfo de Guinea hasta Cádiz y Sevilla. Por tanto, la cultura andaluza esta influenciada por la herencia africana. La península abasteció con su mercado en los países de Latinoamérica. Estos hombres y mujeres eran sometidos a realizar trabajos forzados y encontraron en la música, los cantos y los bailes la mejor forma de resistencia a la opresión de sus amos, y que dejaron la impronta de sus ritmos en las bulerías, las alegrías o los tanguillos del flamenco (Lucas, 2016).

Pero la influencia africana fue más allá de los ritmos, teniendo una de las grandes revoluciones de la historia de la música, además de ser la raíz del energético zapateado filamento, también influencio en el arte barroco europeo que hasta la actualidad se visualiza (Rosati, 2017). Debido a que los esclavos trabajaban en minas, campo y talleres de pinturas aprendiendo de pigmentos y disolventes con sus dueños, en el arte también quedo huella africana, aunque no reconocida o invisivilizada por su estatus en la sociedad. En la literatura, además de hacerse presente los negros en las comedias del siglo de oro, eran importantes en representaciones específicas, mostrando sus cualidades, corpulencia y sus ritmos.

La influencia africana forma para de una historia silenciada o no reconocida, ya que hasta la actualidad la concepción occidental de los descendientes españoles sigue siendo invisibilizada y siguen sufriendo racismo, a pesar de ser parte de la cultura y sociedad española desde su construcción. Para algunos autores el reconocimiento de la cultura africana es nulo, mientras que para otros como Ángeles Lucas, España es el resultado de cinco culturas, incluyendo a la gitana y la negroafricana intentando visibilizar y recuperar la memoria histórica.


Bibliografía

Ángeles Lucas, (2016), “La huella cultural de los negros esclavos en España es indeleble”, El país, España. Documento en línea

Rosati, Sara, (2017), “La España afro es invisible”, El país, España. Documento en línea

Piqueras, José, (2019), “La esclavitud en Espala, una realidad olvidada”, Documentos RNE, España. Documento en línea

Domingo Xavi, (2018), “La desconocida historia de la esclavitud en España”, Nueva tribuna. Documento en línea

Piqueras, José A, (2012), “Cuando España era esclavista”, El país, España. Documento en línea


Fecha de publicación: 24/01/2020