El inglés es el idioma más hablado alrededor del mundo, ha logrado llegar a casi cualquier rincón del planeta y poder hablarlo facilita la comunicación a nivel internacional. Al ser un idioma tan solicitado, el poder comunicarse en inglés ofrece casi una infinidad de oportunidades tanto laborales como académicas, pero, aunque increíble que parezca, comunicarse en este idioma es motivo de rechazo y hasta condenas de muerte en un país del continente africano en específico, Camerún, esta auténtica joya africana que cuenta con una preciosa diversidad cultural, étnica y natural, rechaza por completo a los angloparlantes cameruneses sin importar que sean de su misma sangre.
Sin duda, haber sido parte de las colonias europeas hizo que este país tuviera notorias cicatrices de las que al parecer aún no ha logrado sanarse y por este motivo se ha prohibido totalmente hablar inglés en espacios públicos, han cerrado escuelas anglófonas, a este pequeño sector también se les ha negado el acceso al internet y han tenido fuertes represalias ante las manifestaciones pues se pretende que absolutamente todos sus habitantes se expresen en francés.
Esta injustificable discriminación está afectando de una manera desigual a la distribución de la riqueza, se dice que, si las autoridades hablan en francés, en los espacios públicos también y el presidente jamás ha dicho un discurso en inglés, entonces los habitantes no tendrían por qué hablar en inglés.
Camerún requiere un cambio radical, necesita un gobierno que vea realmente por su pueblo y que la lengua que hablen sea la última de sus preocupaciones, necesitan comprender que una verdadera transformación con resultados importantes necesita como base la tolerancia y la cero exclusión, hablar más de un idioma debería ser el significado de una gran rama de oportunidades para poder competir en el orden mundial actual, no retroceder años de historia.
La diversidad cultural es lo que, en parte, hace a un país rico pues al tener esta tolerancia no quiere decir que su cultura va a desaparecer o que su esencia se perderá, al contrario, es una oportunidad excelente para invitar al mundo a conocer esta joya africana en donde tendrán la seguridad de que al visitarlo podrán disfrutarlo como se debe, no incitar a su población a huir por miedo al rechazo e incluso a la muerte solo porque su idioma de preferencia es el inglés.
Camerún siempre va a conservar sus raíces, su cultura y su esencia, pero si sigue por este camino me temo que se convierta en un país aislado por sus estrictas reglas y que su gente no tenga otra oportunidad de vida más que a la que ya está condenada por un gobierno intolerante.