El acercamiento a nuevos mercados en el país como Shijiazhuang, Jinan, Tangshan, Changchun y Shanghai,son un reflejo del crecimiento de la empresa. Reforzando esta idea, la planta original en Pekín fue ampliada para aumentar un 200% su capacidad de producción inicial y se abrió una segunda planta en la capital de China. Los empleados pasaron en menos de 4 años de ser 750 a 1,285.El porcentaje de mujeres que recordaban la marca en China era de 56% y las ventas anuales han tenido un incremento sostenido. Esto ha llevado a la compra de dos empresas locales más, siendo actualmente las marcas de Grupo Bimbo en China: Bim-Bao, JinHongWei y Mankattan.
La compra de esta última, Mankattan, se realizó en 2016. Era una empresa que ya producía pan empacado como pastelitos, bollos y elementos importantes de la comida rápida en China como el yudane: un pan para sándwich. Esta empresa contaba con cuatro plantas que servían las ciudades de Beijing, Shanghai, Sichuan y Guangdong, aumentando las redes de Bim-Bao y reafirmando el compromiso de Grupo Bimbo de crecer en ese país mediante la presencia geográfica. En 2017, las ventas de Bimbo en China crecieron a un nivel de 10.4% anual, llegando a acumular más de 4,305 millones de dólares.
A finales de 2019, Grupo Bimbo contaba con diez plantas en todo el territorio chino, una utilidad neta acumulada de 6 mil 319 millones de pesos y un crecimiento anual de 8.8% con respecto al año anterior. Empero, la pandemia de la enfermedad COVID-19, iniciada en China, supuso un golpe para el desarrollo de la empresa mexicana en China. Una de sus plantas se encontraba en Wuhan, epicentro de la contingencia, y a principios del año 2020 tuvieron que cerrarla temporalmente. A pesar de ello, el desarrollo favorable de la epidemia en China ha permitido una ligera recuperación y las ventas de Bimbo en China han ido aumentando poco a poco.
La experiencia de Grupo Bimbo en China ha sido de gran relevancia para la empresa y es un excelente ejemplo para otras empresas mexicanas que buscan innovar y migrar a China. Desde luego que, a diferencia de los bimbuñuelos, no todo ha sido miel sobre hojuelas. La comunicación ha sido la barrera más grande para Bimbo en China. El respeto de la jerarquía, la paciencia requerida en las negociaciones en aquel país y las diferencias en el liderazgo han sido aprendizajes relevantes para Grupo Bimbo. Sin embargo, la empresa mexicana ha encontrado apertura por parte del equipo chino y se ha podido lograr una buena fusión de la cultura y la forma de trabajo de la empresa con las de China. Las diferencias culturales se han tomado de forma madura por ambas partes y se han comentado a lo largo de la presencia de Bimbo en el gigante asiático.
Los años del osito Bimbo en China han dejado importantes lecciones para cualquier empresa mexicana que busca ir a la tierra del dragón. Entre ellas está que la logística es complicada, pero no indomable; el tiempo de arranque para un negocio en China es más tardado y requiere más tiempo y esfuerzo de lo acostumbrado en otras latitudes; los sabores extremos y los contrastes dulce-ácido no son del agrado del mercado chino. También Bimbo ha aprendido que es interesante y útil aprovechar los matices que ofrece el mandarín: la traducción literal no es forzosamente la mejor ruta a seguir. La publicidad en la vía pública no resulta ser tan efectiva en China como en México. A Grupo Bimbo le ha resultado más eficiente reforzar la presencia de su marca con las bicicletas repartidoras, la presencia de sus productos en telenovelas coproducidas por Televisa en China y el entendimiento de la cultura china en general.
Este conocimiento acumulado a lo largo de los años ha sido de enorme utilidad para Bimbo y allana el camino para otras empresas en busca de seguir los pasos de la panificadora más grande del mundo en el país de mayor población al día de hoy. Las buenas prácticas de la empresa la llevaron a tener en 2019 ventas globales de 291 mil 926 millones de pesos y un crecimiento marginal de 0.9% mundial. Si pensamos en empresas mexicanas exitosas en el extranjero, Bimbo debe ser una de las primeras que se nos venga a la mente. El caso de su llegada a China es una historia interesante de superación de retos, de trabajo duro y de cosechar el fruto del buen trabajo en equipo y de las buenas prácticas iniciadas en 1945 en la Ciudad de México.