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Entre leyendas y conquista: Un encuentro entre Filipinas y México
20 jun 2025

¿Sabías que México y Filipinas comparten una rica historia y cultura en común?

La influencia colonial española, el intercambio cultural y la migración han tejido un tapiz de similitudes entre estas dos naciones. En este blog, exploraremos las conexiones entre México y Filipinas, desde las historia y tradiciones, hasta las costumbres y las festividades por medio del colonialismo español y la interconexión cultural en el Pacífico. ¡Únete a nosotros en este viaje de descubrimiento!

Para entender la relación entre México y Filipinas hay que tener en cuenta que ambas naciones fueron reclamadas por la colonia española en 1521, México fue conquistado por Hernán Cortés y Filipinas por Fernando de Magallanes. Las Filipinas fueron bautizadas por el explorador Ruy López de Villalobos en honor del Príncipe Felipe de Asturias y fueron integradas como colonia española en 1565.

Esta historia, evangelización y colonización española que ambas naciones tienen en común constituyeron un punto importante en la creación del vínculo intercontinental entre América y Asia, materializado en el Galeón de Acapulco. El comercio entre Cantón y Acapulco se realizaba a través de Manila hace más de 450 años, el Galeón de Manila, la Nao de Manila o también conocido vulgarmente como la Nao de China fue una ruta comercial que uniría a México y Filipinas.

El Galeón de Manila fue parte de la flota de navíos españoles que cruzaban el océano Pacífico una o dos veces por año entre a ciudad de Manila (Filipinas) y los puertos de Nueva España en América, principalmente Acapulco, Bahía de Banderas y San Blas en Nayarit y el Cabo San Lucas en Baja California Sur como una ruta comercial transpacífica.

Fue inaugurada en el año de 1565, trazando su ruta desde la Nueva España hasta las Islas Filipinas en donde se convertiría en la principal conexión entre Asia y América. Durante estos siglos, este galeón transportó mercaderías de Manila a Acapulco como serían la plata como principal mercancía; seda; porcelana; especias como canela, pimienta, clavo de olor y nuez moscada; productos agrícolas como los cocos, el mango Manila, el tamarindo, el arroz y artesanías, al igual que otras productos novohispanos como el cacao, la vainilla, tintes, cueros, cultivos agrícolas de origen americano, tales como la papa, maíz, tabaco, cacahuate, el girasol, tomate, aguacate, aguacate, guayaba, maguey, tabaco, piña, arrurruz, pallar, papaya, zapote, jitomate y calabacín y la calabaza.

También constituía un modo de transportar a los migrantes de las Filipinas a la Nueva España, como serían misioneros, comerciantes, soldados y prisioneros en búsqueda de la expansión del imperio español. Esta ruta de comercio estuvo activa de 1565 hasta 1815,cuando la guerra de Independencia de México interrumpió el servicio y el General José María Morelos y Pavón tomó el puerto de Acapulco.

Este no es el único punto de la historia en el que México y las Filipinas se han encontrado. Otra presencia mexicana relevante en Filipinas fue la del Escuadrón 201, durante la Segunda Guerra Mundial. Entonces México participó en la Campaña del Pacífico contra los japoneses con un contingente de la Fuerza Aérea Expedicionaria mexicana, que llegó a Manila el 30 de abril de 1945, comandado por el Coronel Antonio Cárdenas Rodríguez.

No podemos negar que la presencia española en México y Filipinas dejó una huella en la cultura, la religión y la política de ambos países en la introducción de la fe católica, la lengua española y las instituciones coloniales se convirtieron en elementos comunes que unirían a estas dos naciones.

La influencia colonial española en ambos países es la razón principal de estas similitudes, de esta manera España llevó su cultura, religión y tradiciones a ambos países creando un mestizaje cultural que, junto con las conexiones de estas naciones por las rutas de comercio marítimos y flujos migratorios llevaron a la creación de patrones culturales similares por medio del intercambio de prácticas y saberes locales.

Todos estos fascinantes resultados en intercambios culturales entre México y las Filipinas no sólo contribuyeron al intercambio de materias primas e insumos como vimos anteriormente, sino que también se generó intercambio cultural, artístico, social y lingüístico. Podemos notar este tipo de similitudes dentro de las festividades y costumbres de ambos países, de las cuales podemos encontrar las siguientes.

Encuentro: Festividades y costumbres

Como ya sabemos, el Día de Muertos es una celebración donde se recuerda y celebra a las personas que han fallecido en los primeros días de noviembre.

Por el contacto e influencias culturales entre nuestras naciones por el tiempo de colonización española, podemos ver este tipo de festividad en Filipinas donde se le conoce como el día de Undás o Undrás (Honras), Día de Todos Los Santos o, en tagálog, Araw ng mga Patay; las cuales se celebran el día 1 y 2 de noviembre de cada año. Durante el undrás, los familiares y amigos de las personas fallecidas visitan el cementerio para limpiar el mausoleo o la tumba, encender velas y realizar una reunión familiar donde se ofrece oraciones, flores, comida y velas a los muertos. Muchos regresan a sus provincias nativas para visitar tumbas ancestrales, lo que permite que se puedan reunir con su familia extendida.

Las celebraciones navideñas en ambos países incluyen posadas, villancicos, costumbres apegadas a la religión cristiana y decoraciones similares. Una de las formas de celebrar en estas fechas es una misa en la víspera de Navidad en México, España y otros países conocida como la “Misa de Gallo”, su nombre proviene de la tradición que el gallo canta para anunciar el amanecer, simbolizando la llegada de Cristo y es seguida por una celebración familiar. Por otro lado, en Filipinas esta misa se conoce como Simbang Gabi y es parte de la extensa temporada navideña y se celebra durante las nueve noches previas a la Navidad como una forma de prepararse espiritualmente para la Navidad.

En ambos también se celebra la Noche Buena en la noche del 24 de diciembre con una celebración de unión familiar, el sentimiento y objetivo de ambas reunión es similar aunque la comida difiere entre los diferentes regiones, en México se acostumbra comer platos como bacalao, romeritos, tamales y ponche navideño mientras que en las Filipinas se acostumbra comer platos tradicionales como lechón (cerdo asado), queso de bola, Bibingka (pastel de arroz tradicional cocido al vapor cubierto con queso y coco rallado, cocido en hojas de plátano), Puto Bumbong (pastel de arroz morado cocido al vapor en tubos de bambú, coco rallado y azúcar morena) Sapin-Sapin (postre de arroz con diferentes capas de colores y sabores), leche flan y Pancit (fideos hechos a base de arroz).

Tanto en México como en las Filipinas se celebra la Semana Santa, coincidiendo en representaciones y costumbres como serían las procesiones en las cuales se recorren las calles y son acompañadas por figuras religiosas, cánticos y oraciones, y en algunos casos, dramatizaciones de la Pasión de Cristo, en México se destaca la de Iztapalapa en la Ciudad de México mientras que en Filipinas se destacan en comunidades como San Fernando en Pampanga, donde se realizan dramatizaciones realistas de la crucifixión.

También se celebran misas especiales durante la Semana Santa, en particular el Jueves Santo en donde se conmemora la Última Cena, y el Viernes Santo se recuerda la crucifixión de Jesús, con ceremonias y liturgias que enfatizan el sufrimiento y sacrificio de Cristo. A su vez, en México y Filipinas, algunas personas participan en prácticas de penitencia, como la auto-flagelación o la observancia de un periodo de reflexión y ayuno, para expresar devoción y arrepentimiento.

Como vimos al inicio del artículo, durante el intercambio comercial entre México y Filipinas por el Galeón de Manila se introdujeron alimentos, ingredientes y recetas de una región a otra, uno de los casos más interesantes que podemos encontrar es el ceviche y el tamal.

El ceviche es un platillo de carne marinada de pescado, mariscos o ambos cocinados con cítricos como como los limones o las limas. Se suele mezclar con cebollas, tomates, cilantro y aguacate y puede tener sus orígenes en un plato similar de Filipinas llamado kilawin. Es un plato típico a base de pescado crudo en donde, a diferencia del ceviche, su proceso de cocción usa vinagre o algún jugo de frutas ácido para preparar los ingredientes, está receta pudo haber sido enseñada a los mexicanos con la llegada de los filipinos al país pues anteriormente no había cítricos hasta el Comercio de galeones.

Por otro lado, también podemos encontrar tamales en las Filipinas los cuales fueron introducidos en este mismo intercambio económico y cultural. A comparación de México, los tamales en Filipinas están hechos a base de arroz y envueltos con hojas de plátano entero o molido y cocinados con leche de coco y otros condimentos, a veces se rellenan con carne y mariscos, o son lisos y no tienen relleno, existen variedades como los tamalos, que están hechas de una masa de maíz dulce, los tamalis como una variedad sin masa que se hacen con pescado envueltos en hojas de plátano y al vapor.

Como podemos ver, la presencia de ambas naciones dentro de la otra aún es palpable, las influencias tanto de la colonización española (conllevando un intercambio social, económico y cultural) como interacciones llevadas a cabo después han formado lazos entre ambas naciones, lazos palpables que podemos ver dentro de la forma en la que interactuamos con el mundo, nos movemos dentro de él y formamos identidad.

Referencias

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