Consecuencias de las pandemias a nivel global

Por Gabriela Gallegos y Yeraldin Dominguez, Alumnas de Servicio Social del PUEAA

La seguridad humana y sus garantías se han convertido, al menos en las últimas décadas, en preocupaciones centrales de los tomadores de decisiones y, a su vez, ha pasado a ocupar un lugar mucho más importante en la agenda global. Como señala Cristina Rosas González uno de los componentes de la seguridad humana, que ahora se concibe como multidimensional, es la seguridad sanitaria. Algunas de las grandes amenazas a este tipo de seguridad son el aumento en la insalubridad, las epidemias y pandemias, el deterioro del sistema sanitario, la falta de acceso a agua potable y la falta de infraestructura hospitalaria y de recursos médicos.

Dentro de estas amenazas, las pandemias implican graves riesgos sociales y económicos, y no solo en la salud, pueden desestabilizar la economía de los países afectados, así como su seguridad nacional. La Organización Mundial de la Salud (OMS) las define como la propagación mundial de una nueva enfermedad e históricamente los virus que han provocado pandemias provienen de virus gripales que infectan a animales.

Algunos de los factores que pueden contribuir al rápido esparcimiento de las enfermedades son el cambio climático, la urbanización, una economía globalmente integrada, la falta de agua, la precariedad del sistema sanitario, la facilidad de traslados a diferentes partes del mundo de forma más rápida, el conflicto y la migración. Una forma de hacer frente a estas crisis es, por tanto, fortalecer los sistemas de salud, haciéndolos de cobertura amplia y poniendo énfasis en las personas más vulnerables a las enfermedades.

Aunque las pandemias ocurren debido a un alto nivel de contagio entre las personas que están expuestas a determinados patógenos, lo cierto es que la forma en que estos brotes afectan a los países varía, principalmente, de acuerdo al sistema de salud y la capacidad de respuesta para hacer frente a esas crisis. De acuerdo con Juan Martínez Hernández, de la Organización Médica Colegial de España, en las primeras décadas de este siglo se ha presentado una serie de emergencias sanitarias graves en diferentes regiones del mundo que tuvieron consecuencias importantes a nivel social, económico y político.

Todas ellas ocasionaron gran conmoción social y un impacto mediático importante, aunado al deterioro económico y el descrédito de las autoridades, con la consecuente pérdida de confianza en los gobiernos y sus instituciones. Esta pérdida de la confianza pública es una situación a la que se enfrentan también científicos, los medios de comunicación, los sistemas de salud y los trabajadores de salud, lo cual supone un reto para su capacidad de actuar de forma efectiva.

La Junta de Monitoreo de Preparación Mundial (GPMB, por sus siglas en inglés), órgano independiente creado por el Banco Mundial y la OMS, publicó el informe 2019 titulado World at Risk. En él advierte que en aquellas enfermedades causantes de epidemias, como ébola, influenza y SARS son muy difíciles de manejar debido a la existencia de conflictos prolongados, Estados frágiles y migración forzada.

En cuanto a las consecuencias económicas, el Banco Mundial ha estimado que una pandemia grave podría costar cerca de un punto porcentual del Producto Interno Bruto (PIB) mundial. De acuerdo con el mismo informe de la GPMB, emergencias sanitarias pausadas han causado grandes costos económicos: el brote de SARS ocasionó una pérdida en la productividad de más de 40 mil millones de dólares; la pandemia de ébola en África occidental causó una pérdida de 53 mil millones de dólares entre 2014-2016 debido a su impacto social y económico; y el brote de influenza AH1N1 en 2009 costó entre 45 y 55 mil millones de dólares.

En el caso de Asia, una de las crisis sanitarias más importantes fue la que ocurrió en 2003 por el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS, por sus siglas en inglés) en China. El SARS es causado por un virus de la familia de los coronavirus y es una forma grave de neumonía; se cree que la enfermedad se propagó por medio de pequeños mamíferos en China.

Hubo poco más de ocho mil casos de personas infectadas y tuvo una letalidad de 9.6 puntos porcentuales, con 774 muertes según datos de la OMS. Las pérdidas económicas que ocasionó esta crisis, de más de 40 mil millones de dólares, se debió en parte debido a que la confianza de las empresas y los consumidores cayó, sumado al aumento en el absentismo laboral de los trabajadores y la falla de los servicios públicos.

El continente africano es uno de los que más ha sufrido pérdidas humanas por pandemias. La más relevante desde su aparición hasta la actualidad es el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VHI). Este virus se descubrió en los años 80´s, pero parece haber tenido origen en África a finales de los 70,s y principios de los 80,s (Mann, Jonathan, El sida en África, traducido 1987).

El virus del VHI se transmite de persona a persona, con el tiempo el VIH destruye un tipo de células del sistema inmunitario (células CD4 ó células T), el SIDA es la enfermedad causada por el daño que el VIH produce en el sistema inmunitario por tener un número muy bajo de células CD4. A través de los tratamientos antirretrovirales se puede evitar que el virus se multiplique en el organismo, alargando el periodo de tiempo sin síntomas de SIDA.

Hasta el 2019 había 37,9 millones de personas viviendo con el VIH en el mundo, de ese total dos tercios viven en la Región de África (25,7 millones) de los cuales 1,7 millones eran menores de 15 años y 60% en África Subsahariana son mujeres. De estas más del 95% de las nuevas infecciones por el VIH fueron en Oriente medio y África Septentrional. En África subsahariana, cuatro de cada cinco nuevas infecciones en adolescentes (15 y 19) son mujeres y las jóvenes de entre 15 y 24 tienen el doble de probabilidad de vivir con el VIH que los varones (OMS, Datos y cifras, 2019).

Las personas infectadas por el VIH en África subsahariana tras la ausencia de tratamiento, sobre todo en los hombres, desarrollan SIDA y mueren con una media de ocho años. Sin embargo con tratamiento antirretroviral (ARV) en etapa temprana aumenta la esperanza de vida (Naniche, Denise, ISGlobal, 2017).

Esta pandemia en África va más allá de pérdidas de vidas humanas y costos asociados con la enfermedad. El impacto del SIDA en las comunidades agrícolas ha reducido gravemente la capacidad de supervivencia a las hambrunas, además de ralentizar el crecimiento económico y aumentado la pobreza en los hogares. Un informe indica que desde 1985 han fallecido por SIDA 7 millones de trabajadores agrícolas en 25 países africanos. Solamente en 2001, el SIDA se cobró la vida de alrededor de 500 000 personas en los seis países predominantemente agrícolas amenazados por la hambruna, la mayoría de las cuales estaban en la etapa más productiva de su vida (OMS, Centro de prensa, 2002).

La ampliación del acceso al tratamiento antirretroviral en los últimos años está consiguiendo resultados alentadores. Hoy en día más personas tienen acceso al tratamiento. De 2003 a 2007 Namibia amplió el tratamiento de un 1% a un 88%, y Rwanda de un 3% a un 71%. También se ha conseguido importantes logros en la prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH. Países como Bostwana, Namibia, Swazilandia y Sudáfrica han aumentado la cobertura de los servicios de transmisión maternoinfantil, Sin embargo el 90% de los niños seropostivos se encuentra en África subsahariana (ONUSIDA, Reportaje, 2008).

El SIDA continúa siendo la principal causa de muerte en el continente africano. El 83% del total de muertes ocurre en África. En Botswana y Zimbabwe, más de un tercio de las muertes de niños menores de 5 años se deben al sida. Para ONUSIDA el VIH es un problema de salud pública como de desarrollo, y requiere una respuesta sostenible, inclusiva y multisectorial.



Referencias

Banco Mundial. (15 de octubre 2019). Pandemic preparedness and health systems strengthening. The World Bank. Documento en línea

Caso, D. (25 de enero 2020). ¿Cuál es el impacto económico de una pandemia? El Financiero. Documento en línea

GPMB. (2019). World at Risk: annual report on global preparedness for health emergencies. Ginebra: OMS. Documento en línea

Janathan Mann. (marzo de 1987), El sida en África, Revista de Cultura Científica, Facultad de Ciencias , UNAM. Documento en línea

Martínez, J. (30 de mayo 2016). Pandemias y bioamenazas globales del siglo XXI. España: Real Instituto Elcano. Documento en línea

MedlinePlus. (15 de enero 2019). Síndrome respiratorio agudo y grave (SARS). US National Library of Medicine. Documento en línea

Naniche, Denise. ( 3 de mayo de 2017), La epidemia del sida en África subsahariana: poner el foco en la salud masculina para ue ho,bres y mujeres salgan ganando, ISGlobal. Documento en línea

ONUSIDA. (22 de septiembre de 2008), Reportaje: La respuesta al sida y el desarrollo en África, ONUSIDA. Documento en línea

Organización Mundial de la Salud. (15 de noviembre 2019), VIH/SIDA, Datos y cifras, World Health Organization.Documento en línea

Organización Mundial de la Salud (26 de noviembre de 2002), Centro de prensa: El impacto del sida agrava la hambruna en África, OMS. Documento en línea

Rosas González, M. (2017). La seguridad humana y la seguridad multidimensional a debate: vulnerabilidades, riesgos y amenazas en el mundo del siglo XXI. México: UNAM. Unidad de Salud. (17 de septiembre 2019). ‘El mundo no está listo para enfrentar una pandemia global’. El Tiempo. Documento en línea

Unidad de Salud. (17 de septiembre 2019). ‘El mundo no está listo para enfrentar una pandemia global’. El Tiempo. Documento en línea


Fecha de Publicación: 31/01/2020