Emergencia sanitaria en África: Virus del ébola

Por Jessica Ramos y Micheelle Volantín, Alumnas de Servicio Social del PUEAA

La palabra “Seguridad” proviene del latín securitas, y hace referencia a un estado de bienestar generado por la ausencia de peligro o riesgo. Los estudios de Seguridad Nacional se avocan a combatir o prevenir aquellos flagelos o amenazas que vulneran de manera individual o conjunta los componentes de un Estado: población, territorio o gobierno. Para el caso africano las cuestiones medioambientales como los desastres naturales o sequías implican un riesgo latente por la destrucción de infraestructura y daños directos a la población por el suministro de alimentos e inundaciones. Sin embargo, la amenaza prioritaria que vulnera más a la población dada la cantidad de defunciones anuales es precisamente el sector de salud. Al no contar con un sistema sanitario eficaz aunado a las condiciones tropicales del territorio, los brotes de enfermedades rápidamente llegan a ser cuadros de epidemias que dejan de ser un riesgo nacional y se convierten en uno regional al cruzar las fronteras de países vecinos. Un caso que ha llamado la atención de la comunidad internacional es el brote del ébola que en los últimos años ha tomado fuerza y los esfuerzos para su combate cada vez más difíciles. La epidemia del virus azota principalmente al noroeste de la República Democrática del Congo (RDC), y en la actualidad los expertos apuntan que se encuentra en un riesgo latente de diseminación pues en las últimas semanas se han detectado un promedio de 20 casos nuevos cada día (Naranjo, 2019). Para empeorar la situación han ocurrido una serie de ataques hacia el personal médico encargado de contener el brote y atender a los heridos, asimismo existe un constante rechazo por parte de la población de acudir a los centros de tratamiento, por lo que cada vez incrementan más las cifras de los contagiados, las cuales ya ascienden a 1480, mientras que la cifra de muertos según los últimos informes se acerca peligrosamente a mil, siendo de 970 (Naranjo, 2019). La participación de diferentes Organismos no Gubernamentales (ONG) como Médicos sin Fronteras o Amnistía Internacional, de la mano de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han sumado esfuerzos para coordinar actividades de emergencia en la zona, sin embargo, apuntan que se registra un periodo difícil que podría ocasionar la pérdida de control del brote, tras la incapacidad de dar seguimiento a los nuevos brotes, extendiéndose la zona de contagio. La situación se agudiza mientras los centros de salud no tienen las capacidades necesarias para hacer frente al número de casos que cada día se incrementa, por lo que el riesgo de contagios crece mientras que el personal sanitario también es una víctima latente con el 10% de los fallecimientos (Naranjo, 2019). Los últimos datos de la tasa de mortalidad apuntan a un 67% de los infectados, lo que alarma a las autoridades y pone de manifiesto el riesgo en la población pues existe una vacuna y tratamiento comprobados (Boseley, 2019). Aunado a las adversas condiciones se suma una ola de violencia que pone en mayor riesgo las condiciones de contención del brote, a inicios de mayo un grupo rebelde armado, llamado Mai-Mai atacó un centro de tratamiento en Butembo, mientras que también se han registrado asesinato de pacientes durante asaltos a centros de tratamiento en Katwa (Boseley, 2019). Otro de los ataques más significativos se dio en abril cuando un grupo de asaltantes fuertemente armados allanaron un hospital también en Butembo y mataron a un médico camerunés de la OMS que llevaba un trabajo de investigación para contrarrestar el ébola, el Dr. Richard Valery Mouzoko Kiboung, así también como en febrero un grupo no identificado incendiara las instalaciones de tratamientos de Médicos Sin Fronteras en Kivu Norte, lo que llevó al organismo a suspender las operaciones en el área (Agencias, 2019). La situación de riesgo se extiende las regiones limítrofes, los países de Sudán del Sur, Uganda, Ruanda y Burundi, las cuales ya han vacunado al personal sanitario y efectúan una serie de controles en la frontera, la situación recuerda un poco a la epidemia de 2014-2016, en la que fallecieron más de 11.000 personas en Guinea, Liberia y Sierra Leona (Naranjo, 2019). Ante la emergencia el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, ha publicado un comunicado pidiendo la colaboración internacional para contener la epidemia (de Salvador, 2019).


Bibliografía

Agencias. (10 de Mayo de 2019). La OMS advierte que el ébola podría violar las fronteras de la RDC a menos que se detengan los ataques. Obtenido de AlJazeera: Documento en línea

Boseley, S. (15 de Mayo de 2019). Epidemia "terrorífica" de ébola está fuera de control en la RDC, dicen expertos. Obtenido de The Guardian: Documento en línea

de Salvador, J. (11 de Mayo de 2019). El ébola, otro agujero negro en África. Obtenido de valenciaplaza: Documento en línea

Naranjo, J. (2 de Mayo de 2019). El ébola está fuera de control en el Congo y alcanza el millar de muertos. Obtenido de El País: Documento en línea


Fecha de Publicación: 17/05/2019