Burundi: De la crisis política a la crisis humanitaria

Por Jessica Ramos y Micheelle Volantín, Alumnas de Servicio Social del PUEAA

La crisis política de este país africano comenzó en abril del 2015 tras las protestas de la población, en la capital Buyumbura, en contra de las intenciones del presidente Pierre Nkurunziza, de reelegirse y mantenerse en el poder después de las dos legislaturas de cinco años cada una según las normas de la Constitución (Torrens Tillack, 2016). Aquellas protestas terminaron siendo violentamente reprimidas y el líder se consolidó en el puesto tras la realización de comicios sin alguna oposición, a partir de aquel momento la situación no ha hecho más que empeorar. Expertos apuntan que la situación se acerca un estado de crisis humanitaria donde los asesinatos, las ejecuciones extrajudiciales, las desapariciones forzosas, las detenciones ilegales y las torturas a la oposición son situaciones del día a día. En el 2016 se estimaba que alrededor de 250 473 personas huyeron hacía Tanzania y Ruanda principalmente, pero se considera que todos los países vecinos de Burundi acogen a refugiados diariamente (Torrens Tillack, 2016). Dentro de otras importantes restricciones a la población se encuentran aquellas a la libertad de expresión, pues se clausuraron varios medios de comunicación como las radios locales privadas y algunos periódicos. Gracias al uso y diversificación de los medios de comunicación y el uso de las redes sociales, es que se han obtenido diversos testimonios y pruebas de tales condiciones. Una de las últimas investigaciones captó en video la salida de un líquido rojo saliendo de un desagüe fuera de una casa de la región de Kinindo, considerándola como prueba de la existencia de sitios secretos de tortura y detención que sirven para silenciar a los opositores (news.com.au, 2018).

Según datos de la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Refugiados, cerca de 400 000 personas en Burundi dependen de la ayuda humanitaria para subsistir, la mayoría se encuentra en estatus de refugiados en Tanzania, Ruanda, la República Democrática del Congo, Zambia y Uganda, siendo ese orden los lugares de acogida que los supervivientes eligen; se considera que el 54% de ellos son menores de edad y el 20% bebés y niños menores de 5 años (Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados, 2018). Una de las iniciativas más importantes fue la del gobierno ugandés, el cual creo una nueva ciudad, acondicionándola con condiciones básicas como escuelas, farmacias, talleres y restaurantes para que las personas procedentes de Burundi, que se estiman en esa región en 2 500 se asienten, la nombraron Nueva Buyumbura en honor a la capital del país. Sin embargo, no todo son buenas noticias, por parte del campamento de Mahama en el este de Ruanda, se considera que alrededor de 57 600 burundenses se encuentran en situaciones críticas donde podrían quedarse sin comida y alojamiento por falta de fondos. Sobre la situación, los corresponsales encargados de la distribución de los recursos que llegan dicen que deben priorizar sobre la construcción de baños públicos, el ofrecer alimentos de mayor variedad, la construcción de escuelas o suministros para niños o bebés, en donde no importa que se elija, siempre se encuentra una nueva vulnerabilidad (La Vanguardia, 2018). Dentro de las últimas actualizaciones de la situación en el ámbito político se emitió una orden de arresto internacional por parte del Ministerio de Justicia de Burundi, contra el expresidente Pierre Buyoya y otras 17 personas por su posible implicación en el asesinato en 1993 del primer mandatario democráticamente electo, Melchior Ndandaye (eldiario.es, 2018) la problemática de tal medida es el enfrentamiento directo a la Unión Africana (UA) pues el expresidente es el enviado de paz a la delegación de la UA. Pero lo más preocupante es la petición por parte del gobierno de Burundi, al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que cerrase la oficina en el país en los próximos dos meses. Sobre tal medida la mayor preocupación se cierne en torno a que el país busque una agenda aislacionista con la cual proteja al régimen en el poder, de las críticas de la comunidad internacional, tal distanciamiento ya tenía antecedente del año pasado al convertirse en el primer país en salir de la Corte Penal Internacional (africanews., 2018).


Bibliografía

africanews. (5 de Diciembre de 2018). Burundi ordena a la ONU cerrar la oficina de Derechos Humanos en Bujumbura. Obtenido de africanews.: Documento en línea

Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados. (2018). Atrocidades en Burundi. Obtenido de UNHCR ACNUR: Documento en línea

eldiario.es. (01 de Diciembre de 2018). Burundi pide el arresto internacional de expresidente por posible magnicidio. Obtenido de eldiario.es: Documento en línea

La Vanguardia. (15 de Noviembre de 2018). Casi 60.000 refugiados de Burundi pueden perder pronto comida y alojamiento. Obtenido de La Vanguardia: Documento en línea

news.com.au. (5 de Diciembre de 2018). El gobierno de Burundi está ejecutando secretamente un lugar de tortura y detención para silenciar la disidencia, dicen los funcionarios de inteligencia . Obtenido de news.com.au: Documento en línea

Torrens Tillack, M. (9 de Abril de 2016). Burundi: el drama desconocido del país más infeliz del mundo. Obtenido de El Español : Documento en línea


Fecha de Publicación: 07/12/2018