Abastecimiento de energía en África: Hacia una modernización verde

Por Jessica Ramos y Micheelle Volantín, Alumnas de Servicio Social del PUEAA

En los últimos años las cuestiones energéticas han tomado relevancia en las agendas nacionales e internacionales de los países. En 1994 tras el informe publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sobre Seguridad Humana, los espectros de la seguridad y su enfoque cambiaron de una percepción estatocéntrica y tradicional hacia una concepción centrada en las personas en las esferas económicas, sanitarias, alimentarias, ambientales, personales, comunitarias y políticas. Es aquí donde también se retomó la cuestión energética, pues al ser los combustibles los medios necesarios para el desarrollo de la industria ergo modernización en los países, su escasez y desabasto planteaba un escenario caótico en varias regiones del mundo. Muchos países a lo largo de la historia han centrado sus políticas en torno a la exportación y la explotación del petróleo, sin embargo, al ser este un recurso no renovable, siempre existe el riesgo de su agotamiento. Varios analistas a su vez, han establecido que si las condiciones de explotación de recursos naturales continúa al ritmo actual, en un futuro próximo se podría suscitar una guerra a gran escala. También está la cuestión de que las energías tradicionales derivadas de los hidrocarburos como el petróleo, el carbón y el gas natural, son sumamente contaminantes y cada vez empeoran las condiciones del cambio climático y el calentamiento global. Tras tales fenómenos, muchos países han invertido grandes esfuerzos para lograr un abastecimiento de energía basado en las energías renovables y el continente africano no es la excepción. Una de las principales fuentes de energía que se consideran como una opción en África es justamente el caso de la energía solar. Se considera que se necesitaría alrededor de 33.000 millones de dólares anuales para llevar energía a los 2.200 millones de personas que viven en situación de pobreza energética en 2030, de los cuales 1.200 millones no tienen ningún acceso y el resto lo tiene de manera intermitente, según datos de la Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés) (López Escorial, 2019).

Como se mencionó, la cuestión energética se ha replanteado como un factor de seguridad en la sociedad actual, pues se considera como uno de los factores más importantes para cambiar la situación de pobreza de las personas, ligado a la correlación con mejoras en la productividad y el desarrollo económico. Sobre ello la alternativa de la vía solar cada vez se vislumbra más plausible pues en los últimos años, los componentes fotovoltaicos han bajado más del 80% en el coste de producción, y los costes de almacenamiento como baterías, también están disminuyendo (López Escorial, 2019). Otro beneficio implícito en el uso de energía solar sería la posibilidad de evitar la costosa inversión en construcción de infraestructura crítica para las redes de energía eléctrica convencional. Según datos de 2017 de la Agencia Internacional de la Energía el acceso a la electricidad según el porcentaje de población nos muestra cifras alarmantes pues países como Burundi, Chad, Malawi, Níger, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Sáhara Occidental y Sudán del Sur cuentan entre sólo el 3.5% y 15% de su población con acceso a electricidad, lo que ubica a la mayoría en cuestiones muy precarias (Agencia Internacional de la Energía, 2017). Son pocos los países que cuentan con más del 74% de su población con abasto de energía entre ellos Argelia, Egipto, Gabón, Libia, Marruecos, Sudáfrica y Túnez, sin embargo, la gran parte del continente se ubica por debajo del 60%, en el año de 2016 el Banco Mundial estimaba que el promedio de porcentaje de población con acceso a la electricidad en el caso africano ascendía a 42.8%, siendo la región más baja (Banco Mundial, 2017).

Expertos apuntan que uno de los mayores problemas se cierne en torno a la brecha de desigualdad entre la población urbana y rural en los países africanos. Encuestas apuntan que cerca del 96% de la población urbana cuenta con acceso a la red eléctrica, en contraposición con la población rural la cual menos de la mitad cuenta con ese recurso (del Moral, 2016). Otro elemento que merma el abasto es que como se mencionó, en algunos casos donde sí hay infraestructura para el abasto, este no se tiene de manera regular, sino que la conexión es intermitente y la población apunta a que casi nunca o nunca funciona. La provisión de electricidad a la par que la agenda propuesta de desarrollo humano y seguridad humana tiene una implicación más profunda en el empoderamiento y seguridad de las personas. Proyectos de políticas publicas de educación, así como situaciones esenciales para el bienestar de las personas en su esfera personal como bombeo de agua o su calentamiento dependen de ello (del Moral, 2016). Sin embargo, no todo es malo, la Agencia Internacional de Energía apunta en un informe de 2017 que una de las formas más rentables de proporcionar acceso a la electricidad en África es por medio de las energías renovables descentralizadas como la solar (Roca, 2017). Ante ello se plantea el enigma de quien será el o los benefactores que quieran invertir en el sector energético en África, sobre ello, varias empresas europeas continúan en la cúspide del desarrollo de energía solar, sin embargo, si hablamos de diplomacia de cartera, ya sabemos quién es el socio más importante de África en la actualidad: China. Sobre ello, los mandatarios africanos deberían aprovechar macroproyectos como la Nueva Ruta de la Seda para invertir el afluente económico chino en cuestiones energéticas, pues a largo plazo beneficiaria a su población de manera personal y también en la esfera macroeconómica de los países.


Bibliografía

Agencia Internacional de la Energía. (2017). Acceso a la electricidad (% de población). Obtenido de Index Mundi: Documento en línea

Banco Mundial. (2017). Acceso a la electricidad (% de población). Obtenido de Datos Banco Mundial: Documento en línea

del Moral, M. (17 de Mayo de 2016). Lo que hay detrás de la falta de acceso a la electricidad en África. Obtenido de Cátedra para la Universalización de Servicios Energéticos Básicos: Documento en línea

López Escorial, M. (19 de Febrero de 2019). La democratización de la energía revoluciona el desarrollo en África. Obtenido de El País: Documento en línea

Roca, J. (25 de Octubre de 2017). El acceso a la electricidad a partir de ahora se conseguirá con energía renovable y no con carbón. Obtenido de El periódico de la Energía: Documento en línea


Fecha de Publicación: 29/03/2019