Un llamado a la paz: 74 años del estallido de las bombas nucleares en Japón

Por Jessica Ramos, Alumna de Servicio Social del PUEAA

Existe un debate acerca del autor de la frase “Aquel que no conoce su historia está condenado a repetirla”, ya fuese un político, filósofo o historiador, aquella frase permanece en la conciencia colectiva como un principio inapelable. La experiencia histórica ha enseñado a pueblos, naciones y Estados lecciones que los han ayudado a transformarse paulatinamente y a tomar decisiones de trascendencia para el curso de la humanidad. Sin embargo, a veces pareciera que aún existen muchas lecciones más por ser aprendidas y que se deben pagar precios altos por el conocimiento. El día de hoy 9 de agosto junto con el pasado martes 6, se conmemoran los 74 años de los estallidos de las bombas atómicas en Japón, acontecimiento que finalizó la Segunda Guerra Mundial (SGM) con la rendición incondicional del país asiático, y, que como mencionan muchos autores, cambió para siempre la concepción de la guerra y los medios empleados en ella.

Los cerebros detrás del arma capaz de poner un fin definitivo a la SGM fueron aquellos que participaron en el Proyecto Manhattan, en un desarrollo conjunto de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá, dentro de los principales científicos a cargo se encuentran Robert Oppenheimer, Niels Böhr y Enrico Fermi, los cuales estaban destinados a desarrollar el armamento nuclear antes que sus homólogos alemanes; la investigación terminó con Trinity, denominado así al primer ensayo atómico el 16 de julio de 1945 en el desierto de Almogordo, Nuevo México (Rodríguez, 2019). La primera explosión sobre una población civil se registró la mañana del 6 de agosto de 1945 a las 8:15 en la ciudad japonesa de Hiroshima y su impacto y magnitud fue tal que se menciona “paró el tiempo”, pues evidencia de ello fueron algunos relojes encontrados entre las ruinas, que quedaron marcando aquella hora por siempre (Rodríguez, 2019). De los actores que participaron en tal acontecimiento, se menciona al Coronel Paul W. Tibbets, el cual fue el piloto encargado de pilotar el bombardero B-29 mejor conocido como Enola Gay, el cual fue la nave encargada de lanzar la bomba atómica sobre Hiroshima, así mismo el sargento George R. “Bob” Caron, artillero de cola, entre varios de la tripulación destinada a tal misión, sobre ello ninguno sabía la magnitud ni las consecuencias, pues aquel tipo de armamento no había sido probado nunca antes. A la bomba se le denominó con el nombre de Little Boy, sus características eran una bomba de Uranio-235 de 4.400 kilogramos de peso, 3 metros de longitud, 75 centímetros de diámetro y una potencia explosiva de 16 kilotones, lo equivalente a 1600 toneladas de dinamita, la cual explotó a una altitud de 600 metros sobre Hiroshima, acabando en automático con la vida de 66.000 personas (Rodríguez, 2019). Una hora después del lanzamiento quedó una columna de humo de cerca de 6 kilómetros de altura que evidenciaba los incendios masivos provocados por la bomba, en tierra el panorama era más lúgubre, sólo quedaban escombros de lo que algún día fue la ciudad más industrializada de Japón, una gran cantidad de víctimas, calculada en 69.000, esperando a recibir los primeros auxilios (Rodríguez, 2019). Días después, el 9 de agosto de 1945 hace exactamente 74 años, otro bombardero B-29 conocido como Bockscar, lanzó la bomba denominada Fat Man, cargada con Plutino-239 de 3,25 metros de longitud, por 1,52 de diámetro, que pesaba 4.630 kilogramos que poseía una potencia de 25 kilotones, cuya detonación fue a una altitud de 550 metros sobre Nagasaki, la cual acabó instantáneamente con la vida de 70.000 personas y miles más consecuencia de la radiación nuclear (Rodríguez, 2019). Meses después la SGM finalizó el 2 de septiembre tras la firma del acta de rendición japonesa a bordo del acorazado Missouri, de los Estados Unidos.

Tras 74 años de esos acontecimientos, el pasado miércoles 7 de agosto, en Nagasaki se tocó la Campana de la Paz, con el propósito de hacer conciencia sobre las consecuencias del uso de las armas nucleares, sobre ello el alcalde de la ciudad Tomihisa Taue puso énfasis en la ratificación del Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares lo antes posible, pues entre los 122 países que firmaron el tratado, no se encuentran ni las potencias atómicas ni sus aliados incluyendo en esta última categoría al mismo Japón (Euronews, 2019). Igualmente, el pasado martes 6 el alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui advirtió que “Para enfrentar nuestras circunstancias actuales y lograr un mundo pacífico y sostenible, debemos trascender las diferencias de estatus u opinión (…). Para lograrlo, las generaciones venideras no deben desestimar los bombardeos atómicos y la guerra como meros hechos del pasado” (EFE Agencias, 2019). Dentro de las principales peticiones que las autoridades de ambas ciudades japonesas hicieron, fue aquella que exhortaba a que nunca más futuras generaciones sufrieran las consecuencias de un bombardeo nuclear, así también como la adopción de un “espíritu de tolerancia” para luchar con las crisis de la política internacional contemporánea, tales como el nacionalismo, las tensiones por la exclusividad y rivalidad y un estancamiento del desarme nuclear (EFE Agencias, 2019). Las declaraciones del primer ministro Shinzo Abe se encaminaron a la meta de lograr un mundo sin armas nucleares, sin embargo, no hizo ninguna referencia directa al Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares. En la ceremonia en Nagasaki, el alcalde Taue enfatizó que “La gente es débil y olvida con rapidez. Repiten los mismos errores una y otra vez. Pero si hay una cosa que nunca debe ser olvidada ni repetida en ninguna circunstancia, es esta,” refiriéndose a la experiencia de ambas ciudades (EFE Agencias, 2019).

La experiencia que nos deja aquellos bombardeos hace 74 años es de un sabor amargo “pues aquello puso de manifiesto la capacidad del ser humano para crear algo capaz de destruir todo aquello que había construido y su propio mundo. Lo ocurrido en Hiroshima demostró que sería capaz de hacer uso de ese poder. Lo acaecido en Nagasaki, una vez vista la desolación, muerte y destrucción ulteriores, como, tristemente, aún conocidas las terribles consecuencias, sería capaz de repetirlo de nuevo” (Rodríguez, 2019).


Bibliografía

EFE Agencias. (6 de Agosto de 2019). ¿Por qué no debe repetirse el ataque en Hiroshima? Obtenido de Telesur: Documento en línea

EFE Agencias. (6 de Agosto de 2019). Hiroshima insta a los jóvenes a no olvidar la bomba atómica en el 74 aniversario de su lanzamiento. Obtenido de El Mundo: Documento en línea

Euronews. (8 de Agosto de 2019). Se cumplen 74 años del ataque nuclear a Nagasaki. Obtenido de Euronews: Documento en línea

Miranda, K. (6 de Agosto de 2019). Bomba atómica. Japón recuerda a víctimas de Hiroshima. Obtenido de Debate: Documento en línea

Rodríguez, H. (6 de Agosto de 2019). Los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki. Obtenido de National Geographic España: Documento en línea


Fecha de Publicación: 09/08/2019