Reinas y líderes Africanas que lucharon contra la Conquista

RANAVALONA I

Se convirtió en reina al casarse con el primer gran monarca de Madagascar, el rey Radama. Posteriormente a la muerte de su esposo, Ranavalona gobernó de 1828 a 1861 el reino de Merina ubicado en Madagascar. Ranavalona I, fue una firme defensora de la independencia de Madagascar, durante su reinado realizó todo lo necesario para mantener viva su cultura y su reinado, realizó actos despiadados contra los extranjeros, además de expulsarlos de su isla, ya que desconfiaba de ellos y pensaba que los ingleses y franceses deseaban apoderarse de sus tierras, por lo que de esta forma evitó la conquista.

Su verdadero nombre fue Rabododoandrianampoinimerina, y su apodo, la Calígula femenina. Dicho apodo se le asignó debido a las persecuciones y aniquilaciones de los cristianos radicados en su isla. Durante su reinado, Ranavalona I se opuso al cristianismo e impuso castigos y pena de muerte a quienes profesaran esta religión. Sus primeras acciones para proteger a su reino fueron el romper los tratados internacionales previamente existentes, expulsión de todo extranjero de la isla y uno de sus objetivos fue el no dejar vivo ni a un solo cristiano en su reino. Según Herranz, se le acusó de hacer experimentos mortales con sus víctimas.

Posteriormente a la muerte de la reina en 1861, y después de tensiones entre Francia e Inglaterra, Madagascar se convirtió en una colonia francesa en 1897. Ranavalona I es recordada por defender hasta el último día de su vida a su pueblo y a su cultura contra los conquistadores europeos, pese a que fue señalada como cruel genocida.

MEKATILILI WA MENZA

Su nombre original fue Mnyazi wa Menza, pero al nacer su hijo Katilili, adquirió el nombre Mekatilili wa Menza. Nació en la aldea de Mutara wa Tsatsu Ganze, en la región de Kilifi, Kenia, en la década de 1840.

Fue una de las encabezadoras en la lucha política anticolonialista en Kenia, participando entre los años de 1912 y 1915. Mekatilili fue la líder de su pueblo Giriama contra el colonialismo británico en Kenia, debido a que los británicos atentaron contra el pueblo al someterlos, saquear sus riquezas, impusieron impuestos económicos sobre la economía de la región, impusieron trabajos forzados y esclavizados. El rechazo a los hombres blancos existió desde antes de su llegada a su territorio, debido a la profecía de Mepoho, quien mencionó que llegarían los hombres blancos.

Mekatilili tenía alrededor de 70 años cuando participó activamente en las acciones de resistencia contra el colonialismo. Utilizó sus sagrados dotes de la danza fúnebre Kifudu para lograr unir la fuerza de su gente y poder resistir y luchar contra el dominio de los extranjeros.

Sin embargo, Mekatilili y su yerno Wanje fueron arrestados por los británicos, llevándolos al oeste de Kenia. Una vez liberados en enero de 1914, caminaron alrededor de 700 kilómetros para llegar a su pueblo, pero lamentablemente a su llegada vieron que los británicos habían destruido por completo a su pueblo, Giriama.

Mekatilili murió de causas naturales en 1920, y debido a su valentía y consideración como una de las primeras personas que luchó por la libertad de Kenia, se celebra cada año en su memoria.

Nzinga Mbandi (Ana de Sousa)

Nació en la realeza (ngola) en 1580, en Angola. Es una de las más reconocidas mujeres en la lucha contra la esclavitud y la conquista portuguesa durante cuatro décadas (1620-1663). Fue líder del pueblo Mbundu y reina de los reinos Ndongo y Matamba, reconocida con el título real Ngola, el cual los portugueses utilizaron para denominar a esta región.

El padre y el hermano de Nzinga también vivieron las invasiones de los portugueses. Al morir el rey en 1620, Mbandi Kiloanje, tomó el poder el hermano de la entonces princesa Nzinga. Sin embargo, para los gustos y objetivos de Nzinga, su hermano no poseía la suficiente inteligencia y ordenó ejecutarlo, con ayuda de los portugueses, por lo que también se convirtió en cristiana -por conveniencia- y fue bautizada como Ana de Sousa.

Sin embargo, los portugueses conquistaron el reino de Ndongo en 1626; por este motivo, Nzinga preparó un plan de venganza hacia los portugueses en conjunto con diferentes pueblos, logrando reunir un vasto ejército para atemorizar a su rival, y finalmente los portugueses tuvieron que acceder a una negociación con Nzinga.

Posteriormente, las guerras se prolongaron hasta 1648, pese a que los portugueses fueron derrotados varias veces su insistencia dio fruto a la victoria para consolidarse en el territorio de Angola, y en la década de 1650 la reina Nzinga tuvo que aceptar la derrota mediante un tratado para reconocer la conquista portuguesa; a cambio de ello, Nzinga tendría que aceptar un puesto en el negocio esclavista hasta su muerte en 1663, aunque se mantuvo la independencia de su reino.

Debido al papel de Nzinga y su constante lucha contra la conquista, actualmente su figura es reconocida como símbolo del africanismo, como imagen de la lucha indígena contra la colonización.