La lucha silenciada de las mujeres en los movimientos de liberación de Angola

Elaborado por Cinthya Romero, Alumna del Servicio Social del PUEAA

Durante los movimientos de liberación de Angola, las mujeres han sido agentes de cambio, desempeñando roles clave en la consolidación de la paz al desempeñarse como mediadoras entre facciones armadas durante el conflicto, así como en la negociación de acuerdos de paz. Sin embargo, desde el conflicto anticolonial hasta la devastación causada por las actividades de la UNITA, las mujeres de Angola han sufrido una violencia estructural a consecuencia de los impactos devastadores de la guerra y, sumado a ello, la representación de la lucha de las mujeres durante este período en la academia angoleña ha sido en gran medida subestimada.

En 1962, un año después de que el Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) iniciara la lucha armada, se creó la Organización de Mujeres Angoleñas (OMA), cuando Angola estaba bajo dominio colonial portugués y se estaba gestando un movimiento de resistencia contra la ocupación colonial. El MPLA subrayó la importancia de las mujeres angoleñas en la lucha de liberación de Angola ya que la OMA los apoyó y posteriormente pasó a formar parte de la estructura del MPLA. (Campbell, 1998, p. 75) Pero, el apoyo de las mujeres se limitó a la participación en los bosques, la preparación de la comida para los guerrilleros, su desempeño como mensajeras, etc. (Santos da Silva, 2021, p. 10)

También, durante la lucha tribal, las mujeres angoleñas estuvieron activamente involucradas en movimientos de resistencia, específicamente las mujeres de las zonas rurales de Angola. Como contexto, la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), fundada en 1966 por antiguos miembros de Frente Nacional para la Liberación de Angola (FNLA) y la Unión Popular de Angola, inicialmente adoptó una postura maoísta pero luego se volvió anti izquierdista al colaborar con funcionarios portugueses contra el Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA). Tras la independencia de Angola en 1975, el MPLA lanzó una ofensiva contra la UNITA y el FNLA. Aunque el FNLA pronto abandonó la lucha, la UNITA continuó como un movimiento guerrillero anticomunista, respaldado por Sudáfrica y Estados Unidos. (Britannica, 2022) En 1993, la UNITA, en un intento por reforzar la ocupación militar en más territorios de Angola, intentó tomar Kuito de forma violenta, no obstante, las mujeres de Kuito demostraron una valentía ejemplar al romper el asedio saliendo por la noche a buscar comida, pasando por minas terrestres y utilizando diferentes técnicas de vestimenta y lenguaje para evitar a los soldados del gobierno y de la UNITA. Esto contribuyó al debilitamiento del ejército de UNITA y a negociar un alto el fuego con el gobierno de Angola denominado Protocolo de Lusaka de noviembre de 1994, que tenía como fin acabar con la guerra tribal angoleña. (Campbell, 1998, p. 73)

Sin embargo, sobre lo anterior, autoras feministas advierten que, el problema con la representación de las mujeres en las luchas de liberación de Angola radica en que su participación en la literatura de este periodo suele limitarse a roles de apoyo, es decir, se refleja una estructura de género profundamente arraigada a que el papel de las mujeres ha sido sólo el de apoyar a los actores masculinos, lo que implica que se entienda que los hombres fueron los principales responsables del éxito de los movimientos de liberación. Esto es una consecuencia, en parte, a los roles y valores de género puestos en marcha y acentuados por el colonialismo. La investigadora Daiana Castilho Dias, con base en una perspectiva de género, examinó más de 200 procesos, individuales y colectivos, con el propósito de observar, describir y analizar las imágenes de mujeres combatientes, formuladas por sus compañeros de lucha, por las organizaciones en las que participaban y por la política represiva del Estado (….) Identificó que estas mujeres eran vistas como “putas comunistas”, “compañeras de lucha” y/o “madres protectoras y cuidadoras”; todas ellas personificadas en la figura de la “mujer combatiente”. (Santos da Silva, 2021, p. 15) A pesar de ello, de acuerdo con la historiadora estadounidense Marissa J. Moorman, las mujeres angoleñas en el exilio aprendieron nuevas habilidades en países del bloque soviético y condujeron camiones, transportaron armas escondidas, actuaron como espías, trabajaron en logística y combatieron en la lucha armada en las regiones militares del MPLA. (Santos da Silva, 2021, p. 20)

En este sentido, la ausencia de narrativas que aborden las experiencias de las mujeres anónimas en este contexto histórico ha contribuido a una percepción incompleta y sesgada de la guerra de independencia y la guerra tribal, así como sus implicaciones para la sociedad angoleña. Este vacío en la literatura subraya la necesidad de un dinamismo epistemológico que cuestione las narrativas dominantes y que busque visibilizar las experiencias y las luchas de aquellas mujeres angoleñas que han sido históricamente marginadas o sub-representadas.


Referencias:

Britannica, T. Editors of Encyclopaedia (October 4, 2022). UNITA. Encyclopedia Britannica. En línea

Campbell, H. (1998). Angolan Women in Search of Peace. African Journal of Political Science / Revue Africaine de Science Politique, 3(1), 70–81. En línea

Santos da Silva, D. A. (2021). Mujeres angoleñas en la lucha anticolonial: historiografía, fuentes y memoria. Revista Páginas, 13(32). En línea