Elaborado por Naileth Jiménez, Alumna del Servicio Social del PUEAA

En el margen de este mes de conmemoración de la lucha de la comunidad LGBTQIA+, me gustaría hacer una reflexión acerca de la importancia de la inclusión y la representatividad de las minorías en los medios de comunicación masivos y cómo esto impacta en la opinión de la sociedad actual.

La cultura es la encargada de producir significados, estos nos ayudan a dar sentido a las prácticas y creencias que nos definen como seres humanos y como parte de una sociedad; sin embargo, ¿quién es el encargado de difundir estos significados? Existen muchos canales para transmitir estos significados, pero quizá una de las más importantes sean los medios de comunicación masivos.

Estos medios representan un papel muy importante en la vida de las sociedades contemporáneas pues a través de los temas que tratan, el lenguaje que usan y los formatos que utilizan pueden, tanto transmitir, como (re)crear representaciones, valores, intereses y saberes compartidos dentro de la sociedad en la que se desempeñen. Es por lo anterior que me parece fundamental pensar acerca de la función de los medios como un proceso semiótico en la construcción de una realidad coherente dentro de la sociedad actual, en otras palabras, a pensar en cómo los medios ayudan a establecer representaciones mediáticas y estas a su vez influyen en las representaciones sociales que organizan y dan sentido a la vida cotidiana de los sujetos.

Los medios funcionan como escenarios en los que se libran las batallas por las representaciones sociales, entendidas como “mecanismos articuladores altamente significativos que van constituyendo los imaginarios de una sociedad y una cultura determinadas” (Koziner, 2013).

Todos alguna vez hemos leído una revista, hemos encendido la televisión o simplemente hemos visto un anuncio de camino al trabajo, estas prácticas se han vuelto tan cotidianas que muy pocas veces nos paramos a meditar sobre lo que consumimos o bien, sobre lo que nos dicen que debemos consumir. La representación en los medios puede tomar muchas formas. Vivimos en una cultura llena de imágenes y diariamente estamos rodeados de representaciones mediáticas en los sitios de la red, en la televisión, en las películas, en el reportaje de noticias y en los libros.

Con todo lo anterior ¿Realmente podemos decir que los medios de comunicación son simplemente para entretener o informar? La respuesta es claramente no, ya que estos cumplen con una doble función, por un lado, los medios funcionan como mecanismos que ayudan a la construcción de estos significados; por otro son herramientas de las instituciones para imponer y dominar.

Horta. (2013) afirma que, dentro de los medios masivos de comunicación, la uniformización es esencial, pues implica homogeneizar los posibles comportamientos y relaciones sociales en la composición de los mensajes. De ahí que los objetos empleados como factores de mercado, o bien como objetos mismos de consumo, adquieren una representación diferente en tanto son extraídos de su contexto cultural inicial, el cual los hace presentes dotándolos de sentido, para ser (re)presentados en un contexto mercantil que, de principio, resulta opuesto al contenido cultural inicial del objeto. En este sentido la importancia de estos no radica solo en ser un simple medio transmisor de representaciones hegemónicas, sino en el poder de producción de dichas representaciones.

La creciente expansión de estos medios con las nuevas tecnologías de comunicación, incrementan a su vez su poder para intervenir en las subjetividades individuales y sociales dentro de las representaciones sociales, entendiendo a éstas como un instrumento de lucha que permita visibilizar los relatos de las minorías que se encuentran en las periferias de la sociedad. Koziner (2013) nos dice que las representaciones elaboradas por los medios de comunicación (o representaciones mediáticas) cumplen un rol relevante en “la construcción de las representaciones sociales inter-subjetivas proveyendo discursos, textos, imágenes y narrativas, así como encuadres y marcos cognitivos” (Hall, 1981, citado en Halpern, Rodríguez y Vázquez, 2012).

La libertad de expresión debe ser gozada también por aquellos que no cuentan con los privilegios de la sociedad hegemónica, como la comunidad LGBTQ+, mujeres, personas de color, personas con diversidad funcional, mestizos, indígenas, entre muchas otras diversidades, para esto se requiere la acción del Estado, que debe procurar evitar que existan voces sistemáticamente silenciadas, mientras que otras se encuentren sobre representadas en la esfera política:

Respetar la libertad de expresión exige de acciones públicas destinadas a que se escuchen voces diferentes, de acciones que faciliten el acceso a la escena pública de puntos de vista opuestos, de acciones que rompan una inercia que castiga a quienes están peor por razones completamente ajenas a su responsabilidad (Gargarella, 2005, citado en Loreti y Lozano, 2012).

Debemos destacar que los medios son actores sociales dentro de un contexto social, es decir, están influenciados por la sociedad y, a su vez influyen en ella, por lo tanto, tienen una responsabilidad social en tanto que son partícipes y mediadores de las relaciones humanas y grupales. Por ello es trascendental el cambio que se está viendo en los últimos años gracias a la lucha y el azar de las voces minoritarias a lo largo de la historia, sobre todo en continentes como Asia y África donde aún existe una gran barrera política y social.

Recientemente las películas y series son dos de los medios más poderosos que convocan a masas en todo el mundo. En los años recientes, la televisión e Internet también han llegado a un gran número de personas en muchos lugares del mundo. Al mismo tiempo, la cultura asiática ha tenido un gran auge, principalmente por el Hallyu, estos medios pueden jugar un papel decisivo y dar forma a cómo la sociedad se comprende a sí misma, por lo tanto, no es sólo importante que muestren una gama más amplia de representaciones, sino necesario. En la actualidad podemos ver que hay una mayor representatividad en ellos. Telenovelas coreanas como Strong girl bong-soon o Itaewon Class, novelas BL como Mo Dao Zu Shi, animes como Ranma ½ o Sakura Card Captor, entre otros, logran un gran impacto en su joven audiencia, aunque aún queda un largo camino por recorrer.

Referencias

Horta, J. (2013). Representaciones mediáticas. Tres notas sobre los procesos semióticos en los medios masivos. Comunicación y medios, 28, 96-112. En línea

Koziner, N. (2013). Representaciones sociales y medios de comunicación: el caso de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual Argentina. Punto Cero, 18(27), 23-30. En línea.

Sendín, J. (s/f). La representación de los Otros en los medios. Reflexión sobre una propuesta práctica. Universidad Rey Juan Carlos. En línea

Novelo, N. (2022, 16 de febrero). La importancia de la representación en los medios. Consultado el 14 de junio de 2022, en línea

Media information literacy for teachers. (s/f). UNAOC. Consultado el 16 de junio de 2022, en línea