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África: la construcción de un imaginario colectivo
26 Aug 2022

Elaborado por Naileth Jiménez, Alumna del Servicio Social del PUEAA

África no solo es la cuna de la humanidad, sino que produjo los primeros sistemas científicos, tecnológicos, filosóficos y religiosos del mundo. En el suelo africano florecieron prósperos reinos como Malí, Songhai, Ghana, Kitara, El Gran Zimbabwe, Aksumita, Núbio, Kemet (antiguo Egipto). Este último dio al mundo la geometría, las matemáticas, la astronomía, la filosofía, la medicina. Los intelectuales, literatos y filósofos griegos aprendieron de los sacerdotes keméticos; sin embargo, muchos de ellos se proclamaron descubridores de las doctrinas que habían aprendido, o adquirido, de los sacerdotes.

Las naciones árabes y europeas tras una larga historia de invasión y contacto con el África construyeron imágenes negativas sobre este continente y su gente. Y dada la agresividad y tecnología de guerra que los europeos desarrollaron, consiguieron deshumanizar y reducir a mujeres y hombres africanos a la categoría de “animales”. Edificaron todo un sistema que convertía a mujeres y hombres libres en cosas que podían ser vendidas, compradas o simplemente desechadas. En ese sentido, el racismo moderno surge tras la expansión de Europa.

Para justificar el secuestro y esclavización de millones de africanos y africanas, los europeos construyeron distintos postulados religiosos y pseudocientíficos; los definieron, junto a los indios, como salvajes, bárbaros e incivilizados. Permitieron el posicionamiento de creencias basadas en la diferencia racial. La apropiación de los recursos naturales de África y América, el tráfico y esclavización de los africanos y sus descendientes, y la explotación de los indios aseguran la riqueza y hegemonía del Viejo Mundo.

La liberación de su continente ha hecho de la segunda mitad del siglo XX un periodo triunfante para los pueblos de África. La colonización fue superada por las luchas independentistas del siglo XIX, dando paso a la formación de estados nacionales formalmente independientes; sin embargo, las sociedades latinoamericanas y caribeñas continuaron bajo la dominación de Europa, a finales de siglo seguían sin verse los frutos de la independencia y, en consecuencia, el triunfo se trocó en desilusión.

Los africanos fueron y son pioneros que colonizaron una región especialmente hostil del mundo en nombre de todo el género humano; esa ha sido su principal aportación a la historia. Por ello son dignos de admiración, apoyo y detenido estudio. Los grandes problemas de la historia africana son: cómo poblar el continente, cómo convivir con la naturaleza, cómo lograr la fundación de sociedades duraderas y cómo defenderse de las agresiones de pueblos procedentes de regiones más favorecidas.

En el ámbito académico las personas negras no fueron sujetos de conocimiento e interés. Ni siquiera durante la década de 1960 el vertiginoso proceso de descolonización de África, los movimientos anticolonialistas de los países del Caribe, la aparición de los movimientos de integración racial en los Estados Unidos, etc., despertaron un entusiasmo significativo por los estudios africanos en el país.

Anteriormente la mayoría de las historias sobre África y su población fueron relatadas a través de la colonización y la supremacía blanca; por lo tanto, es acertado decir que existe acentuada ausencia de historias y epistemologías negras en los programas académicos de las instituciones de educación superior. La producción intelectual y cultural negra es poco valorada. Con esto en mente, la novelista nigeriana, Chimamanda Ngozi Adichie (2009), habla del peligro de una sola historia. Esta autora argumenta que la historia única roba la dignidad de los pueblos, dificulta el reconocimiento de nuestra igualdad humana, y enfatiza nuestras diferencias en vez de nuestras similitudes.

Asante (2016) afirma que la historia de las personas negras no puede reducirse al capítulo de la esclavitud y el colonialismo. Tampoco puede agotarse en la música y la danza. Pero el hecho de que África fuera invadida, conquistada y gobernada por naciones árabes y, posteriormente, por los pueblos de Europa durante centenas de años, implicó que el descubrimiento de la agencia africana fuera una tarea compleja.

Por su parte, Romero (2022) nos dice que aún pervive la imagen de los africanos como tribus estáticas en el tiempo, alejadas del conocimiento científico, tecnológico y de todo desarrollo humano. Por ejemplo, no hay duda de la existencia de una filosofía occidental, china, rusa, japonesa, pero se niega el reconocimiento de la filosofía africana.

Actualmente existe más cabida para aquellas voces que quieren ser escuchadas, existe mayor presencia de historias y narrativas de hombres y mujeres africanos, hay cabida al estudio de su cultura y filosofía, una reivindicación de su historia y cosmovisión. Sin embargo, todavía hay un camino que recorrer.

África, además de contener potencias emergentes, también ofrece dinámicas de potencias regionales primarias y secundarias. Los países africanos ya no dependen de las potencias tradicionales como las europeas; por el contrario, ahora cuentan con políticas internas que les permita cierta autosuficiencia. Actualmente es posible observar a África como un aliado, fortaleciendo los vínculos académicos, extrayendo las similitudes e implementando medidas semejantes con el fin de superar las problemáticas que se encuentran vigentes.

En enero de 2015, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana aprobaron la Agenda 2063. Allí pusieron sobre la mesa la visión y los ideales que servirían como pilares del futuro del continente, lo que se traduciría en objetivos concretos, logros, metas, acciones y medidas. Es por todo esto y más que, como parte de las actividades del PUEAA, se encuentra un diplomado especializado en estudios sobre África.


Bibliografía

Romero, Y. (2022). Voces silenciadas: invisibilización del África y la diáspora en el programa de licenciatura en ciencias sociales de la Universidad del Valle, Cali, Colombia. Entorno Geográfico, (24), e20712280. doi: https://doi.org/10.25100/eg.v0i24.12280

Sánchez, C. (2018). Gobernabilidad y presupuestos sensibles al género: estudios y experiencias en Africa / Governance and Gender Responsive Budgeting: Studies and Experiences in Africa. Estudios de Asia y África, 53(1 (165)), 93–118.

Iliffe, J., Barberán, M., & Chaparro Martínez, S. (2013). África: historia de un continente (Segunda edición.). Ediciones Akal, S.A.

ONU. (s/f). Desafíos globales: África. En línea