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¿Cómo se creó el universo? Dos mitos asiáticos
02 Jul 2021

Japón

En el caso de Japón, aunque no se habla del origen de todo el mundo/universo, se habla la creación del país. Para los japoneses los primeros dioses surgen en la Alta Planicie Celestial, tres dioses invisibles y dos visibles de los cuales no se tiene un origen claro, pero se conocen como las “Divinidades Celestiales especiales”.

Después, en un segundo momento, surgen dos dioses invisibles más y seis parejas de dioses que nombraron como las “Siete Generaciones de la Era de los Dioses”, la última pareja en hacer su aparición es Izanagi (“El que invita” o la deidad sagrada de la calma) e Izanami (“La que invita” o deidad sagrada de las olas).

Esta primera parte del mito lo más relevante es que los dioses ordenan a Izanagi e Izanami que terminen de crear el país que flota, para lo cual, le entregan a Izanagi la “Celestial Lanza de Joyas”. Ambos dioses se situaron en un puente flotante para que Izanagi revolviera el magma para cuajarlo con la marea salada, entonces al levantarla, el líquido que goteó de la lanza se solidificó y formó la isla de Onogoro a la cual las deidades bajan y construyen la Ama no Mihashira (“Augusta Columna Celestial”) y la “Sala de Ocho Brazas”, es decir, la sala que señala todas las direcciones posibles.

En esta casa (pilar y centro) las deidades comienzan su tarea creadora cuando Izanagi le pregunta a Izanami:

- ¿Cómo está formado tu cuerpo?

- Mi cuerpo se hace y se hace, pero hay un lugar que no acaba de hacerse. ¾ Respondió la diosa.

- Mi cuerpo se hace y se hace, pero hay un lugar que se hace en exceso. ¿Qué pasaría si metiera en el lugar de tu cuerpo que no acaba de hacerse y generáramos países? ¾ Le dijo Izanagi.

- ¡Será bueno!

- En tal caso, tú y yo daremos una vuelta a la Augusta Columna Celestial y nos encontraremos para unirnos conyugalmente. Ve tú hacia mí por el lado derecho y yo iré hacia ti por el lado izquierdo.

Así lo hicieron, pero cuando se encontraron, la primera en hablar fue Izanami e Izanagi le respondió al tiempo que se daba cuenta del error que cometió su hermana al hablar primero, de esta unión nació un hijo deforme, Hiruko (el niño sanguijuela) y una hija deforme, Aha shima (la isla bruja). Aterrados, las divinidades regresaron a la Alta Planicie donde los dioses después de consultar al oráculo confirman lo que Izanagi pensó, por lo que ambos hermanos, deben regresar a la columna para realizar de nueva cuenta el ritual de apareamiento de la forma correcta.

Una vez hecho el ritual correctamente, de la unión nacen ocho islas que conforman el “Gran país de las Ocho Islas” (antiguamente el número ocho se comprendía como “mucho” dando lugar así, al “Gran País de muchas islas”). Después de más rituales exitosos surgen seis islas más y entre el surgimiento de islas también nacen otros 31 kamis (dioses), de los cuales la última fue de gran importancia, ya que Ohogetsu-hime no kami (la Gran Princesa de la Alimnentación), al morir, de su cuerpo daría a la “hierba humana” el arroz, el mijo, el trigo, el frijol y la soja. Pero ese es otro mito.

Corea

En este país el chamanismo ha sido una de las creencias religiosas con mayor presencia, Changsega es el nombre de su mito de creación, es parte de los rituales chamánicos de Kim Ssangdoli, un chamán de la Provincia Hamheung de Hamgyeong-do y nos cuenta lo siguiente:

En el principio la tierra y el cielo eran uno, inseparables, hasta que un día el cielo se hinchó como la tapa de una olla, formando grietas de las cuales, la deidad Maitreya irguió las cuatro columnas de cobre que separaron a la tierra del cielo. En ese primer momento existieron dos soles y dos lunas de los cuales Maireya tomó uno de cada uno para formar la Bukduchilseong (Cazo de las siete estrellas del Norte [La Osa mayor]) y la Namdulchilseong (Cazo de las siete estrellas del sur [ Sagitario]), aunque también creó otras estrellas, grandes y pequeñas. Cuando terminó, hizo tejió cáñamo con arrurruz para hacerse una túnica llamada jangsam para después emprender un viaje en busca del origen del agua y del fuego.

Un ratón le instruyó para escalar el monte Geumdeongsan donde golpeó una roca contra arrabio para así, hacer el fuego y luego escalar el monte Sohasan para descubrir un manantial. Entonces, tomó una bandeja de oro y una de plata en cada mano y oró al cielo. Le fueron entregados cinco insectos de oro y otros cinco de plata que se convirtieron en los primeros hombres y mujeres que lideraron el florecimiento de las razas humanas.

Maitereya los gobernó con sabiduría y hubo paz durante todo su mandato, sin embargo, un día Sakyamuni apareció ante él exigiéndole ceder su puesto, Maitreya accedió a concursar para determinar quién sería el gobernante del mundo humano, pero en una de las pruebas, Sakyamuni le retó a hacer florecer flores en sus rodillas mientras dormían y cuando Maitreya dormía, este le robó las flores, declarándose ganador, por lo que Maitreya cedió su puesto y desapareció. Debido a la injusta forma en la que Sakyamuni le ganó a Maitreya, los pecados y la maldad aparecieron en el mundo humano.


Fuentes

Jongsung, P. (2010, 21 noviembre). Canto de la Creación del Universo. Enciclopedia del Folclore y la Cultura Tradicional de Corea. Museo Nacional del Folclore de Corea. En línea

Requena, C. (2007). La creación del mundo japonés: representaciones mitológicas y literarias en Kojiki. Espéculo. Revista de estudios literarios, 3–5. Documento en línea

N. Matsumoto (2020, 31 mayo). Los mitos de Japón: la creación del país. nippon.com. En línea