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Kpop Demon Hunters: soft power coreano
26 Sep 2025
Introducción

En los últimos años la cultura popular coreana, conocida como hallyu u “ola coreana”, ha transformado a Corea del Sur en un referente cultural global. La música, la televisión y ahora más recientemente la animación se han convertido en herramientas que proyectan una identidad cultural del país, generando así una admiración a nivel internacional. En este contexto Kpop Demon Hunters, película animada producida Sony Pictures Animation y distribuida por Netflix, se rige como un ejemplo destacado de cómo la industria del entretenimiento puede servir como una herramienta del soft power para proyectar la identidad cultural de Corea del Sur a nivel global.

Soft power y su aplicación en la cultura coreana

Según Joseph Nye (1990), el término soft power o poder blando se refiere a la capacidad de un país para influir en otros utilizando recursos culturales o ideológicos en lugar de coerción militar o económica. Corea del Sur ha implementado esta estrategia mediante la exportación de recursos culturales que fomentan el interés y admiración por su idioma, historia, cultura, música y valores (Kim, 2025)

Ejemplos claros de este impulso del soft power es el grupo de Kpop BTS, que ha alcanzado gran popularidad alrededor del mundo, llegando no solo a Estados Unidos sino a toda Europa, Asia, Oceanía y América Latina (Garrido, 2022). Otro gran ejemplo son los productos de skincare coreano, que hoy en día quieren ser utilizados por todo el mundo influenciados por las pieles perfectas de las actrices y cantantes coreanas.


Kpop Demon Hunters: Un fenómeno global

Desde su estreno el 20 de junio del 2025, se ha convertido rápidamente en la película animada más vista de la plataforma de streaming Netflix, con más de 314 millones de visualizaciones, y con una banda sonora que debutó en el puesto número 1 del Billboard 200 (Billboard, 2025).

La película sigue la historia de un grupo de idols del K-pop llamado Huntr/x, que además de sus carreras musicales, luchan contra demonios para proteger a sus seguidores de amenazas sobrenaturales y enfrentados así a sus rivales, Saja boys, un grupo ficticio de K-pop conformado en realidad por demonios (The Korean Times, 2025).

La película funciona dentro de la lógica del soft power; sus protagonistas son idols musicales que también actúan como heroínas, lo que permite proyectar la cultura coreana de manera atractiva y global. Kpop Demon Hunters no solo entretiene, sino que transmite valores como creatividad, trabajo en equipo y resiliencia, reforzando la imagen de Corea como un país innovador y moderno.


Impacto de la percepción global de Corea del Sur

Kpop Demon Hunters a pesar de ser una producción estadounidense ha logrado tener un gran impacto positivo no solo en Corea del Sur sino también a nivel mundial. Ya que la intención de la directora Maggie Kang fue realizar la película “lo más corena posible” añadiendo así elementos históricos y tradicionales a la película.

Esta animación expande los elementos tradicionales a nivel global, como lo son el hanbok (traje tradicional coreano) el cual se puede observar en los detalles en la vestimenta de los protagonistas, el gat (sombrero tradicional), el cual es usado por los Saja Boys; así como las minhwa, pinturas tradicionales que reflejan el folclor y creencias tradicionales, de igual manera la incorporación de criaturas míticas dentro de la cultura coreana en la animación (Korea.net 2025).

De igual manera en esta animación la ambientación refuerza esta identidad cultural al mostrar sitios históricos populares de Corea del Sur y lugares famosos como lo es la Torre de Namsan y la Bukchon Hanok Village. De este modo Kpop Demon Hunters ha impulsado el interés por la cultura coreana, desde la música y moda hasta la gastronomía y las tradiciones. Este tipo de proyección cultural fortalece la imagen de Corea del Sur como país moderno, innovador y culturalmente rico, consolidando su posición como un actor en el fenómeno del soft power global.


Conclusión

Kpop Demon Hunters ejemplifica cómo la industria del entretenimiento puede servir como una herramienta estratégica del soft power para proyectar la identidad cultural de un país en el escenario global y de esta manera permitir la entrada del país en diferentes mercados a nivel global. Al fusionar Kpop, narrativa animada y elementos tradicionales coreanos, la película ha logrado trascender fronteras y conectar con audiencias de todo el mundo y todas las edades, posicionando así a Corea del Sur como un referente del uso del soft power, para posicionarse en el mundo.


Referencias

Garrido Rodriguez, A. (2022). El Kpop y la cultura Hallyu como impulsor del soft power de Corea del Sur (Trabajo de fin de grado, Relaciones Internacionales). Universidad Europea de Madrid. En línea

Kim, N. J. (2025). South Korea’s use of pop culture as a soft power tool. Claremont McKenna College Theses, 5175. En línea

Nye, J. S. (1990). Soft Power. Foreign Policy, 80, 153–171. https://doi.org/10.2307/1148580

The Korea Times. (2025, agosto 11). KPop Demon Hunters and power of soft culture. En línea