Paul Kagame y la disidencia en Ruanda

Elaborado por Mauricio Vega, Alumno de Servicio Social del PUEAA

El devenir de la historia se cuenta a partir de momentos políticamente significativos. En el caso de Ruanda, 1994 fue el año más importante desde el fin del colonialismo belga. La razón es que en cuestión de meses el equilibrio de poder dentro del territorio cambió drásticamente.

Aunque el genocidio tuvo una infinidad de repercusiones en todos los ambientes sociales, el presente texto se enfoca únicamente en la transición de poder que generó el conflicto armado y que condujo a Paul Kagame (entonces general de la insurrección contra el gobierno) a convertirse en el hombre políticamente más importante de Ruanda. Aunque fue en el 2000 cuando se volvió presidente, desde 1994 era el líder de facto aunque el presidente fuera Pasteur Bizimungu.

Kagame se convirtió entonces en el presidente de un país devastado por el genocidio: gracias a los problemas económicos y a la división racial extrema. Utilizando como referencia la obra del economista Daron Acemoglu, las instituciones coloniales de Bélgica se caracterizaban por ser extractivistas, es decir, se dedicaban a obtener beneficios del territorio y la sociedad, sin dar bienes públicos a los habitantes, sino solo transmitir las riquezas a la élite dominante. Fue Paul Kagame quien a través de una serie de campañas anti-corrupción acabó con el gobierno extractivista.

Kagame comenzó a promover la llegada de Inversión Extranjera Directa (IED), aumentó el gasto gubernamental en educación, infraestructura e incluso cambió el idioma nacional del francés al inglés para atraer mayor capital extranjero. Finalmente, inició el proceso de reconciliación entre hutus y tutsis a través de una campaña nacional sobre la unidad de Ruanda, la cual logró reducir significativamente las tensiones entre esos dos grupos.

No obstante, en 2003 se promulgó una nueva Constitución y Ruanda fue a las urnas en las cuales se eligió a Paul Kagame como presidente para un término de 7 años. En 2010 de nueva cuenta fue elegido para un segundo término.

En 2015, la constitución se modificó para permitir que Kagame se pudiera postular nuevamente al cargo al final de su segundo mandato, que terminó en 2017.

Kagame ganó las elecciones de 2017, con casi el 99% de los votos. Podría volver a postularse dos veces más, manteniéndolo en el poder hasta 2034, aunque su mandato actual finaliza en 2024.

Uno de los casos más recientes en el que el gobierno de Kagame ha evidenciado su intolerancia a la disidencia es el caso de Paul Rusesabagina. Paul se hizo famoso después de que sus acciones para salvar la vida de alrededor de 1,200 personas fueran retratadas en la película Hotel Rwanda.

A medida que aumentaba su fama como una figura humanitaria, Rusesabagina utilizó su plataforma para criticar las políticas represivas del presidente Paul Kagame.

Después de que su casa en Bélgica —país del que es ciudadano— sufrió robos de documentos, Rusesabagina trasladó a su familia a San Antonio, Texas. La tarde del 31 de agosto, las autoridades ruandesas lo presentaron con cubrebocas y esposado. Kagame, en declaraciones a la televisión nacional, calificó la operación de “impecable” y negó que Rusesabagina hubiera sido secuestrado, como dijo su familia.

El juicio en Ruanda inició el jueves 18 de febrero de 2021. Según el acta de acusación emitida por las autoridades ruandesas, Rusesabagina está acusado de nueve delitos, entre ellos asesinato, robo a mano armada y participación en una organización terrorista.

Una resolución aprobada por el Parlamento Europeo criticó al gobierno ruandés por la “desaparición forzada, la entrega ilegal y la detención en régimen de incomunicación” de Rusesabagina, y exigió que “se respeten sus derechos como ciudadano de la UE”.

Los legisladores pidieron a las misiones de los estados miembros en Kigali, en particular a los belgas, que supervisen el juicio y lo visiten en la cárcel. Diplomáticos, incluido el embajador de Estados Unidos en Ruanda, Peter Vrooman, asistieron al juicio el miércoles. El Parlamento ruandés respondió, adoptando una resolución que condenaba el “intento de la UE de influir indebidamente en un proceso judicial en curso”.

La detención de Rusesabagina evidencia la dimensión autocrática del gobierno de Paul Kagame. Pues se utilizaron medios extrajudiciales para lograr su detención, presumiblemente un secuestro, como ha sucedido en otras ocasiones, muchas veces la legitimidad de un líder autoritario depende de la prosperidad económica de la población. No obstante, si no existe un consenso democrático es probable que la sociedad de Ruanda exija un cambio a medida que se acabe esa prosperidad y de continuar en el cargo por más tiempo sería mucho más probable que admite la disidencia y que Kagame reaccione con medidas represivas como la de la figura de Rusesabagina.


Referencias

Booth, David, y Frederick Golooba-Mutebi. “Developmental patrimonialism? The case of Rwanda”. African Affairs 111, núm. 444 (2012): 379–403.

Easterly, William. “Benevolent autocrats”. Work. Pap., Dev. Res. Inst., New York Univ., New York, 2011.

New York Times. “The 'Hotel Rwanda' Hero Is on Trial.” En línea

Robinson, James A, y Daron Acemoglu. Why nations fail: The origins of power, prosperity and poverty. Profile London, 2012.

Santiago, Anne Pitsch. “From ‘new breed’ to entrenched African leaders; examining modernization rhetoric and policies of Paul Kagame, Yoweri Museveni and Isaias Afwerki”, Vol. 28, 2018.

South China Morning Post, “Terrorism trial begins for 'Hotel Rwanda hero' Paul Rusesabagina”. En línea