Afganistán: entre talibanes y políticos

Por Jessica Ramos y Estefania Gamiño, Alumnas de Servicio Social del PUEAA

La experiencia europea después de la paz de Westfalia sirvió como antecedente principal para considerar la conformación del concepto de Estado, identificado por una serie de características en las que destacan sus componentes: población, territorio y gobierno. Sin embargo, se debe tomar en consideración que antes de un Estado, existe en él, el pueblo, la nación que tiene un cúmulo de similitudes ya sea religión, idioma y tradiciones, las cuales conforman su identidad única. Es por ello, que, en los procesos de colonización e imperialismo, aquellas consideraciones se pasaron por alto y dieron pie a la conformación territorial de ciertos Estados según los intereses de las potencias, trazando fronteras imaginarias que más tenían que ver con un reparto “equitativo” que tomar en cuenta los pueblos que en ellos yacían. Aquella experiencia se ha repetido a lo largo de la historia, donde diferentes pueblos comienzan movimientos separatistas clamando el derecho de autodeterminación para poder regirse de manera independiente según sus creencias, tradiciones y religión. El caso de los talibanes, que se identifican así mismos como el Emirato Islámico de Afganistán, es uno de ellos. Surge como una facción político militar después de la guerra de Afganistán contra la invasión de la Unión Soviética, que se erige como una doctrina de interpretación estricta de la sociedad musulmana, que se escusa en la ortodoxia para sus prácticas en las que rechazan cualquier otra interpretación más laxa que para ellos pueda ser o derivar en libertinaje. En la actualidad persiste como un movimiento insurgente que además tiene una vinculación fuerte con grupos terroristas como Al-Qaeda y que se encuentra permanentemente en una guerrilla contra los gobiernos de Afganistán, Pakistán y la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad, dirigida por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

A principios del mes de julio del presente año, se registro un ataque con coche bomba perpetrado por los talibanes en Kabul, el cual dejó un saldo de 11 muertos y 65 heridos, después de la explosión se cometió un tiroteo en la zona de alta seguridad de Pul-i-Mahmoud Khan, según información del portavoz del Ministerio de Interior afgano, Nasrat Rahimi (RTVE.es; EFE Agencias, 2019). A pesar de ello, para el 9 de julio las cosas se veían prometedoras pues los responsables de la milicia talibán y miembros de la sociedad civil de Afganistán se han comprometido a elaborar una “hoja de ruta hacia la paz” con el propósito de poner fin al conflicto, sin embargo quedó pendiente la presencia de una representación oficial del Gobierno de Kabul (Espinosa, 2019). Uno de los principales logros del texto que se presentó fue el de garantizar los derechos de las mujeres en el ámbito político, social, económico, educativo y cultural, en el marco de los valores islámicos, ello pone de manifiesto el debate de los derechos de las mujeres que desde el 2001 fueron confinadas a sus hogares sin derecho a estudiar o trabajar fuera de casa (Espinosa, 2019). Por otro lado, desde octubre de 2018 las autoridades estadounidenses y representantes talibanes han mantenido 7 rondas de conversaciones con el propósito de concretar la salida segura de las fuerzas estadounidenses del territorio afgano, sobre tales pláticas a finales de junio el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, mencionó que las aspiraciones del gobierno del presidente Donald Trump, es la de tener un “acuerdo de paz antes del 1 de septiembre” (Azami, 2019).

Diferentes medios apuntan que dentro de los principales retos y obstáculos para poder establecer un acuerdo entre el gobierno estadounidense y los talibanes es en primer lugar lograr un alto al fuego de los combates y ataques aéreos de ambas partes, con ello se pretende disminuir los patrones de violencia que tienen como principales víctimas a los civiles. Así mismo otra de las dificultades la implica la toma de decisiones sobre las elecciones presidenciales y el establecimiento del gobierno, si este sería de corte neutral o representado por una coalición de gobierno que pudiera incluir al Talibán, sin embargo uno de los retos de aquella propuesta es lograr la colaboración de todos los actores involucrados después de una confrontación latente que ha dejado cientos de miles de víctimas en todos los bandos (Azami, 2019). De parte de la facción de las fuerzas gubernamentales afganas se teme que compartir el poder con el Talibán suponga el retorno de la interpretación extremista del grupo sobre la justicia islámica, pues la mayor preocupación es que se pierdan varias libertades, en especial los derechos de las mujeres. Además de ello se teme que si las rondas de conversaciones no llevan a un alto al fuego y la consolidación de una paz duradera se derive nuevamente en el recrudecimiento de la guerra, lo que implicaría una emergencia de nuevos grupos extremistas violentos, un vacío de seguridad en el que grupos terroristas como Al-Qaeda y el autodeterminado Estado Islámico puedan extender sus redes, además de mayor producción de drogas y una avalancha de refugiados (Azami, 2019).

En los últimos días ha llamado la atención las declaraciones del presidente Donald Trump, que presiona a Pakistán para lograr un alto al fuego de los talibanes en Afganistán, tras la visita del primer ministro pakistaní, Imran Khan, a la Casa Blanca, sobre lo cual el gobierno estadounidense ofrecerá una cooperación económica al país. Se menciona que el propósito de la visita es presionar para lograr una cooperación de Pakistán en el avance del proceso de paz en Afganistán y animarles a profundizar y mantener su reciente esfuerzo de ponerse duro con los milicianos y terroristas en su territorio, se pide además que Pakistán presione a los talibanes para que declaren un alto al fuego permanentemente y participen en unas negociaciones que incluyan al gobierno afgano (Mars, 2019).


Bibliografía

Azami, D. (15 de Julio de 2019). Guerra de Afganistán: las concesiones que se tienen que hacer para alcanzar la paz con el Talibán (y los principales obstáculos). Obtenido de BBC: Documento en línea

Espinosa, Á. (9 de Julio de 2019). Los talibanes y representantes de la sociedad civil de Afganistán avanzan hacia el diálogo. Obtenido de El País: Documento en línea

Mars, A. (23 de Julio de 2019). Trump presiona a Pakistán para lograr un alto al fuego de los talibanes en Afganistán. Obtenido de El País: Documento en línea

RTVE.es; EFE Agencias. (1 de Julio de 2019). Al menos 11 muertos y 65 heridos en un ataque talibán con coche bomba en Kabul. Obtenido de Rtve: Documento en línea


Fecha de Publicación: 26/07/2019