El COVID-19 en Irán: el avance en Oriente Medio

El 31 de diciembre del año 2019, se reportaba el primer caso de COVID-19 en la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei, en China, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). COVID-19 es el nombre de esta nueva enfermedad infecciosa provocada por el coronavirus. Este nuevo coronavirus se propagaría rápidamente por todo el mundo, debido a la facilidad del contagio. A la fecha de este escrito hay más de 267 mil casos en el mundo y alrededor de 11 mil decesos.

En el caso de la República Islámica de Irán, se reportaron los dos primeros casos de COVID-19 el 19 de febrero en la ciudad de Qom. El virus se propagaría de manera muy rápida, no obstante, las autoridades no tendrían un accionar adecuado en la situación, puesto que se negó que fuera un problema y se permitió que todas las actividades fueran llevadas a cabo con normalidad. Esto detonó el acelerado aumento de contagios y muertes. Esta gran negligencia se vería reflejada cuando Iraj Harirchi, viceministro de salud en Irán apareciera en televisión señalando que “las cuarentenas corresponden a la Edad de Piedra”, mientras que tosía y se secaba el sudor en repetidas ocasiones durante su conferencia. Horas después sería diagnosticado con COVID-19 y puesto en cuarentena.

Con el rápido esparcimiento del virus, Irán representaría la mayor parte de casos de COVID-19 en Medio Oriente, aproximadamente 9 de cada 10 casos en la región son en el país persa. Hoy en día, Irán reporta aproximadamente 20 mil casos y casi 1500 muertos por el coronavirus. La rápida propagación del virus puede explicarse con diversos acontecimientos, además de la falta de control por parte del gobierno. Por ejemplo, la aglutinación de personas debido a las celebraciones del 41 aniversario de la Revolución, así como elecciones parlamentarias, en las cuales era necesario para el gobierno que hubiera una participación activa por parte de la población. Además, la llegada del Año Nuevo Persa o Nowruz. Otro foco de infección importante se dio en Qom, puesto que se mantuvo abierto el mausoleo de Fatima de Masumeh, donde había un flujo constante de creyentes las 24 horas del día.

De igual manera el virus ha afectado al gobierno iraní. Los funcionarios Mohammad Mirmohammadi, miembro de la Asamblea de Discernimiento de Conveniencia del Sistema, y Ahmad Tuyserkani, asesor del responsable judicial han fallecido debido al COVID-19. Por otro lado, algo que destacó muchos cuestionamientos fue la grabación de filas de cuerpos en bolsas negras y ataúdes, los cuales estaban esperando a ser enterrados en una zanja, después de supuestamente dar positivo por el virus. El hombre que realizó la grabación fue arrestado horas después. Esto no sólo provocó un gran cuestionamiento sobre el actuar del gobierno frente a la crisis, sino también restó la legitimidad del mismo, aunado con acontecimientos como la muerte del general Soleimani y el derribamiento de un avión ucraniano de pasajeros.

A pesar de ser el tercer país más afectado por el COVID-19, sólo detrás de China e Italia, el gobierno iraní no ha ordenado restricciones en cuanto a los viajes, todo esto en vísperas del Nowruz. La población en Irán ha comenzado a abarrotar las tiendas buscando alimentos no perecederos. De manera contrastante, una parte importante de la misma no ha seguido las recomendaciones sobre el distanciamiento social y aislamiento dentro de sus hogares a fin de reducir la velocidad de propagación.

Otro punto importante es que, a pesar del préstamo solicitado por Irán al Fondo Monetario Internacional (FMI), situación que no sucedía desde 1962, las sanciones impuestas por Estados Unidos sólo complican la situación. Si bien el FMI no ha dado una respuesta, el apoyo resultaría poco útil, esto debido al encarecimiento de los productos. El caso de Irán resulta altamente alarmante, no sólo porque ha sido el principal foco de infección en la región, sino también porque, de acuerdo con el ministro de salud, se estima que cada 10 minutos el COVID-19 mata a una persona en el país.

Así, la situación en la República Islámica se complica día con día, no sólo por la poca e infectiva respuesta del gobierno, sino también por el desacatamiento por parte de la sociedad a las recomendaciones establecidas por la OMS. Es importante destacar que el contexto social y político fueron factores clave dentro de la acelerada propagación del coronavirus en Irán.

¿Qué es lo mejor que se puede hacer? Es importante seguir las recomendaciones que se han dado para evitar el esparcimiento y contagio del COVID-19, así como evitar caer en pánico, para no saturar los servicios médicos de los países. Irán es el claro ejemplo de cómo la poca información, por parte tanto de la sociedad como del gobierno, pueden complicar una situación que puede ser controlada si hay cooperación y acatamiento a las sugerencias establecidas.


Fuentes

Infobae, (19 de marzo de 2020), “Cómo el coronavirus superó a Irán: "El régimen se está dando cuenta que la situación está fuera de control””, Infobae, Documento en línea

Duz, Z. (19 de marzo de 2020) “’COVID-19 kills 1 Iranian every 10 minutes’”, Anadolu Agency, Documento en línea

Al Jazeera, (12 de marzo de 2020) “Iran asks IMF for $5bn emergency funding to fight coronavirus”, Al Jazeera, Documento en línea

OMS, Preguntas y respuestas sobre la enfermedad por coronavirus (COVID-19), Documento en línea

Clarín, (17 de marzo de 2020), “Coronavirus en Irán: un ejemplo de cómo permitir el avance del virus”, Clarín, Documento en línea

von Heim, S. (18 de marzo de 2020), “Irán enfrenta posible catástrofe por el coronavirus COVID-19”, DW, Documento en línea

Blum, N. (13 de marzo de 2020), “How Iran Became a Global Vector of Infection for COVID-19”, Tablet, Documento en línea


Fecha de publicación: 27/03/2020