Crisis Covid-19: conversatorio desde una perspectiva sur-sur

El pasado 21 de mayo, el Programa Universitario de Estudios sobre Asia y África (PUEAA) de la UNAM en coordinación con el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), organizaron un conversatorio virtual sobre el panorama de la crisis del Covid-19 desde una perspectiva sur-sur. En la presentación, Pablo Vommaro (CLACSO) destacó que el conversatorio se realizó con el objetivo de tender puentes y reconocer otras experiencias.

Por su parte, Alicia Girón, coordinadora del PUEAA y Karina Bidaseca, coordinadora del programa sur-sur de CLACSO, además de moderar la mesa, formularon las preguntas eje de discusión y enfatizaron que la pandemia del Covid-19 ha evidenciado las desigualdades que imperan en el mundo.

La primera ponente fue Adriana Franco, quien habló sobre el impacto de la epidemia del coronavirus en el continente africano. La especialista destacó que a pesar de las predicciones internacionales de que África se vería devastado por el coronavirus, las medidas sanitarias de muchos gobiernos fueron suficientemente oportunas, hecho que pone en evidencia que el continente sigue enfrentando estereotipos negativos. También señaló que el continente ya se encontraba en crisis por la lógica del capitalismo, y que el futuro tras este nuevo problema no es alentador: durante la epidemia se han debilitado los sistemas agrícolas por la desatención del campo, la suspensión de intercambios ha afectado al continente (que es el principal exportador de materias primas a nivel mundial) y la suspensión temporal del turismo compromete a países cuyos ingresos dependen de esta actividad, como Egipto. Concluyó diciendo que África ha realizado acciones ejemplares como la auto organización en zonas olvidadas por el Estado, en Sudáfrica; ayuda médica que envió Somalia a Italia y el desarrollo de pruebas más baratas para detectar el virus, en Senegal.

Por otro lado, Jacobo Silva explicó el alcance que ha tenido el Sars Cov 2 en la India, apuntando las agudas desigualdades sociales que han afectado de manera dispar a los distintos grupos del país asiático. Distinguió a dos de los grupos más afectados: las mujeres, por su predominio en el empleo informal, los trabajos de enfermería y las tareas de cuidado y por la exposición a la violencia doméstica; y a los trabajadores migrantes rurales en entornos urbanos, quienes al buscar volver a sus hogares por el confinamiento se ven forzados a recorrer distancias muy grandes a pie.

Virginia Valdivia expuso la experiencia del gobierno de Japón, que implementó medidas de confinamiento tardías (cuando el país ya contaba con 3,000 casos) pero puso en marcha algunas políticas exitosas como el aislamiento de grupos determinados o de requisitos estrictos para las pruebas, que han dado como resultado un crecimiento lento en el número de contagios. Comentó que el gobierno japonés ha ofrecido ayuda económica a los residentes nipones, ejemplo de ello son los préstamos que no necesariamente tienen que ser devueltos, sin embargo, también habló de la reciente caída del sistema digital que expuso datos confidenciales de los beneficiados.

A su vez, Juan Felipe López ofreció un panorama claro sobre la situación de Corea del sur, argumentando que la sociedad coreana ha mostrado confianza en el gobierno y aprobación en el manejo de la epidemia, hecho que para el investigador quedó confirmado con las exitosas elecciones intermedias de abril. El especialista hizo énfasis en el modelo político coreano, que no es totalmente autocrático ni totalmente democrático, sino que se encuentra en un punto medio que dio resultados como la respuesta inmediata desde el primer caso de coronavirus en la región y en la implementación de pruebas masivas que oscilan entre las 15,000 y 20,000 pruebas diarias. Afirmó que la suspensión de actividades sociales no fue impuesta sino sugerida y que la vigilancia estrecha a través de teléfonos móviles se ejecutó únicamente para vigilar casos confirmados y sospechosos. En una etapa más avanzada en la que algunos contagiados no respetaron la cuarentena, se les obligó a utilizar pulseras para rastrearlos, mismas que ya han empezaron a exportarse. Finalizó diciendo que Corea aprendió de experiencias pasadas en torno a la difusión masivas de información, las cuales sin duda alguna ayudaron a educar a las personas y que dentro de la nueva cotidianidad impuesta, Corea ya tiene normalizado el uso de mascarillas por las condiciones climáticas locales.

Por último, Moisés Garduño abordó cómo se vive la crisis desde Medio Oriente, partiendo de las grandes debilidades internas de la región y de las intervenciones extranjeras que agudizan el problema del Covid-19. El experto sostuvo que el occidente asiático ha enfrentado diversas crisis que hasta la fecha muestran sus estragos, como la del 67 en Egipto, la del 2001-2003 que dio inicio a la guerra contra el terrorismo y que afectó de manera particular a Afganistán e Irak y la más reciente crisis del 2008-2011 que desembocó en revueltas populares por toda la región. Destacó que Irán es uno de los epicentros de la epidemia de coronavirus y que hasta el momento es difícil predecir el impacto que tendrá en todo Medio Oriente, pues sólo hay diagnósticos con base en los problemas previamente existentes. Hizo hincapié en las geografías precarizadas y olvidadas por los medios de comunicación, como los campos de refugiados, los desplazamientos internos y los territorios ocupados y señaló que la crisis del petróleo se conjuga con la crisis sanitaria. Terminó con la aseveración de que pese a la petición del cese al fuego de Naciones Unidas, la agenda de políticas expansionistas siguen su curso y que territorios como Libia, Líbano, Siria y Palestina siguen en severos conflictos armados.

El conversatorio cerró con observaciones sobre la recuperación del espacio público, el dilema de salvar a la salud o a la economía, el reto de pensar en una nueva cotidianidad en el contacto permanente con el virus y la búsqueda de nuevos modelos y economías que puedan conciliar las necesidades humanas y permitan vivir. Se coincidió en que el coronavirus representa un reto planetario y que las medidas de austeridad que datan de los años 70 han evidenciado sus limitaciones.


Fecha de publicación: 5/06/2020