Las víctimas del COVID-19 y las cifras… ¿reales?

La pandemia por el COVID-19 ha provocado poco más de 2 millones de personas contagiadas y aproximadamente 128 mil decesos al día de hoy, 15 de abril de 2020. Con el número de personas aumentando día con día, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha establecido un protocolo sobre las medias que se deben de tomar, principalmente porque aún no se tiene evidencia científica que el coronavirus se pueda transmitir desde cadáveres, no obstante, la OMS recomienda tener una gran precaución debido a la poca información sobre el patógeno.

Es debido a esto que los países han tomado diferentes medidas para tratar con los cuerpos, de acuerdo a su situación y al número de casos, así como a su cosmovisión y principales creencias. Por ejemplo, en China se desinfectaba el cadáver y era puesto en una bolsa especial para luego ser cremados, no obstante, debido al acelerado incremento de víctimas, se denunció que muchos cuerpos fueron incinerados sin ser previamente identificados. No se permitieron los funerales. Por su parte, en Italia la gran cantidad de casos provocó la saturación de los cementerios en algunas regiones. Debido a la cuarentena se prohibieron las ceremonias funerarias y se trasladaron varios cuerpos a otros lados donde pudieran ser cremados.

En cuanto a la región de Medio Oriente, en Irán, el país con más casos, fueron captadas imágenes de la construcción de zanjas o fosas para enterrar los cuerpos, debido al elevado número de decesos. Esto provocó indignación y se puso en duda el actuar del régimen, debido a que se sospechaba que no se estaban dando las cifras reales. Aunado a esto, hubo un gran cuestionamiento en redes sociales sobre la censura, puesto que la persona que difundió las imágenes fue arrestada, así como a la falta de un entierro digno, tradición muy importante en la cultura musulmana.

¿En qué consiste la tradición musulmana? De acuerdo con Sol Tarrés, profesora de la Universidad de Huelva, consiste en “asistir al moribundo, siempre que ello sea posible, ayudándole a que tenga una buena muerte. Una vez producido el deceso, lo ideal es enterrarlo en las primeras 24 horas. Para ello se debe seguir el siguiente procedimiento: lavar el cuerpo completamente. […] A continuación se le envuelve en un sudario […], se entierra directamente en tierra, sin ataúd y orientado hacia la Meca. El procedimiento de lavado y purificación debe hacerlo una persona musulmana del mismo sexo que el fallecido, y del enterramiento propiamente dicho se encargan los hombres.”

Si bien en una primera instancia hubo una gran confusión para tratar con los cuerpos, tanto a nivel internacional como en Irán, el gobierno primero propuso un ritual sin el lavado del cuerpo. No obstante, el líder supremo Alí Jameini declaró a principios de marzo que las víctimas de COVID-19 tenían que ser tratadas de igual manera, pero enfatizó en la toma de precauciones. Quienes realizan el lavado de los cuerpos son voluntarias, conocidas como “coronadamas” en la ciudad de Qom, así como estudiantes del seminario de Mashhad.

A pesar de esto, continúan los cuestionamientos por parte de la población, tanto dentro como fuera del país, particularmente sobre las verdaderas cifras de muertos. Un grupo de investigadores iraníes, entre ellos Hazhir Rahmandad, profesor asociado de dinámica de sistemas del Massachusetts Institute of Technology, y Navid Ghaffarzadegan, profesor asociado del Virginia Tech, desarrollaron un modelo en el cual se simula la propagación de la enfermedad. Con dicho modelo calcularon que, desde el 20 de marzo, habría alrededor de un millón de personas infectadas y 15 mil decesos. Por su parte, dentro de Irán un médico de Mazandaran declaró a la BBC que expertos en seguridad pública fueron enviados para controlar y supervisar el proceso de entierro, en especial el recubrimiento con cal. Lo que le causó sospechas fue que varias de las personas fallecidas señalaban como causa del deceso gripe o paro cardiaco, y el uso de la cal, de acuerdo a las autoridades, se usa para desinfectar y prevenir la propagación del virus.

El ocultamiento de cifras es una cuestión que preocupa a varias personas alrededor del mundo. No obstante, hay que destacar que no se puede tener un número total de los infectados debido a que muchas personas son asintomáticas, así como otras que presentan síntomas leves y no se les realiza la prueba para el COVID-19. Si bien hay un registro oficial de casos, diversos países tienen sistemas para arrojar un estimado, el Modelo Centinela en México, por ejemplo. Es por eso que se resaltan las palabras del Subsecretario de Salud en México, Hugo López-Gatell, quien comentó que “es un error metodológico suponer que lo que se ve no existe, al revés, que lo que no se ve, no existe”. Por ende, no podemos conocer el número exacto de personas infectadas de COVID-19 en el mundo, pero con medidas como la cuarentena, precauciones sanitarias y aislamiento social, sí podemos reducir el número de casos.


Fuentes

Tadjin B. y Adamou, L. (15 de abril de 2020), Coronavirus: las "coronadamas", las mujeres que lavan los cuerpos de los muertos por covid-19 en Irán, BBC News, Documento en línea

Flores, M. (25 de marzo de 2020) ¿Qué pasa con los cuerpos de las personas que mueren por coronavirus?, El Universal, Documento en línea

Rodríguez, E. (5 de mayo de 2011), “Los musulmanes entierran a sus muertos en el suelo siempre que pueden”, Sinc, Documento en línea

Marca, (15 de abril de 2020), Mapa del coronavirus en vivo: Los más de 2 millones de casos de COVID-19 en el mundo, Documento en línea


Fecha de publicación: 17/04/2020