Salud Mental en Kenia

Kenia es un país africano que logró su independencia de la Corona británica en 1936, gracias a la economía de libre empresa y a la tolerancia política, en la actualidad, sobre todo gracias a los recientes juegos olímpicos, las personas pueden reconocer este país debido a sus destacados atletas premiados en las categorías de maratón, atletismo de 800 m o los 1500 m.

Sin embargo, no se puede ignorar el hecho de que su rápido crecimiento poblacional, la escasez de suministro eléctrico, la ineficacia en la gestión de sectores claves, así como la corrupción y los problemas de salud que se vieron incrementados por la pandemia actual son importantes obstáculos para el desarrollo del país.

La salud física normalmente tiene una mayor relevancia y este país no es la excepción a esta regla, por eso se han llevado a cabo diferentes proyectos para que tanto el gobierno como las personas, puedan comprender este problema como algo tan grave como las enfermedades que tienen como consecuencias síntomas físicos relativamente fáciles de describir por las personas.

Personas como el doctor Frank Njenga, han luchado incansablemente por instruir y ayudar a las ciudades, comunidades y pueblos a que la salud mental se tome con seriedad. Durante 40 años el doctor ha hecho labores titánicas para hacer que la salud mental cobre la relevancia que debe en un país en el que se cree que los trastornos mentales “no son africanos” y pertenecen a la “gente en occidente”.

En Kenia, al igual que en otros países africanos y algunos asiáticos, se considera que los trastornos mentales son en realidad posesiones demoniacas o trabajo de brujería hacia una persona, sin embargo, el Dr. Njenga explica que estas creencias son debido a la falta de información acerca de este tema en el país, además, describe que el continente africano en general está verdaderamente traumatizado debido a que ha sido terreno de guerras, sufrimiento humano y dictaduras letales.

Una de las más importantes acciones realizadas para reducir el estigma social de las personas por estos trastornos mentales fue el programa televisivo Frankly Speaking en donde el Dr. Njenga hablaba con sus pacientes acerca de la esquizofrenia o el abuso de sustancias. También contribuyo a la construcción de un hospital psiquiátrico privado en la capital de Kenia, Nairobi.

Pero esto aún no es suficiente, ya que, aún hace falta personal en los hospitales psiquiátricos que han tenido que recurrir a voluntarios para poder atender a todos los pacientes, llevarles sus medicinas o simplemente mantenerlos vigilados ya que no todos pueden quedarse en el hospital y algunos deben estar en sus casas, a merced de sus familias que ignoran del tema, por lo que solo les dan lo indispensable para sobrevivir.

Por otra parte, en Kenia también se encuentra el mayor campo de refugiados somalíes, Dadaa. En este campo, una organización de acción médico-humanitaria llamada “Médicos Sin Fronteras”, dirige una clínica de salud mental en la que se ha visto claramente un dramático deterioro en la salud mental de los refugiados ante la situación que provocó la pandemia por Covid-19.

Esto se debe principalmente a la falta de soluciones duraderas, es decir, son personas que han estado en este campo incluso desde hace décadas y asentarse en Kenia ha sido complicado debido a la falta de empleos, sin embargo, regresar a Somalia tampoco les parece una opción viable, debido a la inseguridad y a la gran deficiencia en el sistema de salud.

Debido a la pandemia, la ayuda humanitaria se ha reducido incluso para su alimentación diaria lo que ha provocado que las personas ya no tengan una esperanza en el futuro a la cual aferrarse, entrando así en desesperación, llevándolo incluso al intento de suicido. En este campo, se lucha constantemente por la salud mental de los refugiados, pero no se pueden ignorar que asistencia humanitaria que reciben actualmente no es suficiente.

Debido a esta y algunas otras razones más, le Dr. Frank Njenga crea y lidera la fuerza de trabajo de salud mental en diciembre de 2019, comprometiéndose a formar un equipo de trabajo multisectorial dentro del Ministerio de Salud keniano.

Esta organización le exige al gobierno declarar a las enfermedades mentales como una emergencia nacional de proporciones epidémicas para que estas sean priorizadas dentro del sistema público de salud, así como la creación de la salud mental y la felicidad para monitorear constantemente el estatus de la salud mental y reportar anualmente el Índice de Felicidad Nacional.

Estas son iniciativas para poder atender a las personas que padecen algún trastorno mental ya que, mencionando datos, se estima que en el país una de cada diez personas padece un trastorno mental, de estos, la depresión y la ansiedad son los más comunes, seguidos por el abuso de sustancias.

En Kenia, el camino hacia la salud mental es complicado y parece apenas empezar a construirse, pero gracias a los esfuerzos en conjunto de reconocidos psiquiatras, voluntarios y ayuda humanitaria extranjera, se han conseguido avances sólidos.


Fuentes

Expansión. (2016, 15 febrero). Un psiquiatra trabaja por la salud mental en el «continente traumatizado». En línea

Mental Health Taskforce. (2020, 7 julio). Mental Health Taskforce urges government to declare mental health a National Emergency Nairobi, MINISTRY OF HEALTH. Ministry of Health. En línea

La COVID-19 empeora una grave crisis de salud mental en el mayor. (2020, 14 octubre). Médicos Sin Fronteras. En línea