Tradición y religión: los orígenes africanos del vudú

Frida Lima

Autora

Vudú, voudu, voodoo, vodún: la cultura pop de este siglo se ha nutrido del pasado, trayendo de regreso las viejas modas, la manera de vestir y la música que escuchamos. Hoy en día los conocimientos generales que poseemos sobre el vudú provienen de películas, series de televisión, cómics y anime que llevan los conceptos a límites que rayan en la blasfemia[1]; además, en el colectivo imaginario lo relacionamos inmediatamente con los muñecos y las agujas, las posesiones, las orgías y, por supuesto, con los zombis.

La realidad es que estos elementos sí forman parte de la religión vudú, aunque llevados a un extremo oscuro que fue principalmente difundido por la religión católica. Al vudú, religión pagana (considerada así por la iglesia) se le ha atribuido el poder de los muertos, lo que resulta similar a una magia negra que sólo se usa para lastimar a otros y sacar ventaja de ello. Lo cierto es que se acerca a una religión politeísta humanista que ha predominado en ciertas zonas de África por muchos años.

En primer lugar, Iván Carrasco (2015) expone que el vudú es una religión humanista en la que el respeto por los ancianos tiene un peso sumamente importante, relacionándolo así con los ancestros, por lo que el respeto a los muertos no se deja de lado. Tener hijos para continuar con la descendencia y los conocimientos del vudú es esencial: si una persona en cuestión no tiene hijos, no podrá ser un ancestro para la línea familiar y los conocimientos se perderán. A su vez, el vudú rinde culto a múltiples dioses, considerándose una religión politeísta. Lilith Dorsey (2006)[2] expresa que es una religión de carácter colectivo, y que una persona no se puede iniciar sola en el mundo del vudú: es necesaria la compañía de un “maestro”.

Es de resaltar que la religión vudú tiene una cantidad amplia de creyentes en el continente americano: Haití y Nuevo Orleans se consideran capitales mundiales en los conocimientos del vudú, por lo que estas zonas se han vuelto importantes en el imaginario colectivo y en las tradiciones; sin embargo, estas costumbres son sólo fragmentos, un producto de la mezcla que se dio entre la tradición africana occidental de los esclavos traídos durante los siglos XVII y XVIII a la colonia francesa la Hispanola, que comprendía los territorios de Haití y la República Dominicana. Iván Carrasco expone que el vudú "es un sistema de pensamiento de origen africano que se fue estructurando en tierras haitianas como un resultado de la esclavitud y la sociedad de plantación".[3] Las zonas de las que proviene la tradición vudú varían, pero se habla de la “áfrica negra” y de la “áfrica occidental” como principales exportadoras en la religión vudú.

Carrasco distingue tres zonas principales: el área sudanesa, que abarcaba desde “la costa norte del actual Senegal hasta las costas de Liberia (Costa de las Semillas), destacando las zonas de población del conjunto mandinga, poblaciones maninka, bambara, etc; además de wolof y los fulas musulmanes”.[4] El área guineana, que corresponde a las actuales Costa de Marfil, Ghana (Costa de Oro), Togo, Benín y Nigeria (Costa de los Esclavos), “durante los dos primeros tercios del siglo XVIII, en sus puertos fueron embarcando los esclavos obtenidos en las incursiones que los reyes de las potencias africanas del momento hacían entre sus vecinos, además de los provenientes del interior de la actual Nigeria (haussas y fulanis)”[5]. Finalmente, el área de Bantú, que comprendía la costa del actual Camerún, y en el sur toda la costa de Angola que incluía a los esclavos procedentes del actual Mozambique.

El área guineana resulta ser la que tiene mayor peso en la exportación de esclavos, por lo que Rafael Torres (2020) relaciona el origen de los zombis con esa zona:

La creencia en los zombis tiene sus raíces en las tradiciones llevadas a Haití por los esclavos africanos y sus experiencias posteriores en el Nuevo Mundo. Se pensaba que el loa Baron Samedi los recogería de su tumba para llevarlos al más allá celestial en África (Guinea) a menos que lo hubieran ofendido de alguna forma, en cuyo caso serían esclavos para siempre después de la muerte, como un zombi eterno.[6]

Los zombis tienen una carga especial en Haití, llegando a encontrarse testimonios (desmentidos y reales) sobre apariciones zombi; es decir, personas que fueron esclavizadas en contra de su voluntad para servir en las plantaciones, pero también se habla de una fusión entre las costumbres: “el vudú, tal como se practicaba (y practica) en África, originalmente se limitaba a la parte occidental del continente; el vudú practicado por los esclavos deportados es un sincretismo de diferentes religiones africanas e isleñas y el catolicismo de los conquistadores y colonizadores europeos”.[7]

Sin embargo, Lilith Dorsey destaca que “las tradiciones religiosas de la Diáspora Africana son sorprendentemente similares y muy diferentes. Dependiendo de varios factores, los soportes principales tradicionales de la práctica de África Occidental forman la tapicería sagrada de las religiones”.[8] Por lo que, en ese sentido, se presentan múltiples orígenes a la concepción de vudú, y a su vez se puede explicar su carácter politeísta: si se abarca una zona tan extensa, los dioses y las necesidades difieren, aunque no por ello se dejan de presentar paralelismos entre las tradiciones y costumbres. Lilith relaciona esto con las diferencias existentes en el vudú haitiano y el de Nueva Orleans:

A pesar de años de esfuerzo económico, opresión política e intervención externa, la religión del vodou (esta es la denominación haitiana de la religión, para diferenciarla del vudú de Nueva Orleans), sigue prosperando en Haití. Los habitantes de la isla, originalmente llamada Santo Domingo, todavía siguen la religión vodou de sus antepasados. La etimología de la palabra vodou se relaciona con “espíritu”, “deidad” o “poder eficaz”.[9]

La cultura pop nos ha dado múltiples ejemplos de lo que es un zombi: veloz o lento, devorador de cerebros, con inteligencia o sin ella, es evidente que se relacionan con la cultura africana al ser sometidos, mediante un encantamiento o una enfermedad, en contra de su voluntad. Esclavos de alguien más, como en la época de la colonización. No obstante, los medios masivos han hecho lo mismo con los Lúa: los dioses y diosas del vudú. Lilith Dorsey los define como “los padres, las esposas, los maestros, los ángeles, los demonios, les mystéres y les invisibles[10] y a su vez menciona los Hounfor: lugares sagrados alrededor del mundo en donde se rinde culto al vudú. Es necesario mencionar que la religión vudú también se suele confundir con los yoruba debido a las similitudes entre los rituales, pero esto sólo se debe a la cercanía de las zonas.

Para demostrar que los medios no sólo hacen representaciones exageradas y estereotipadas de lo que es el vudú, tenemos el ejemplo del canal de Youtube enfocado a un turismo alternativo Lethal Crysis. En uno de sus videos tenemos un ejemplo de una iniciación vudú en Benín, uno de los principales países en los que se practica el vudú en África (perteneciente al área guineana, la más importante en este aspecto). En el ritual se muestra un Hounfor dedicado al dios del trueno, al que se le hace un sacrificio animal. A su vez, se presentan muñecos que poseen el alma de niños y personas que murieron, pero no usan agujas para torturarlos: son recipientes sagrados que deben ser cuidados y alimentados. De igual forma, se presenta la entrada a un templo de serpientes y la danza es un elemento principal mientras se realizan los rituales.

Si bien en la actualidad poseemos una concepción alejada de lo que significa el vudú realmente, tenemos que comprender que se trata de una tradición que abarca costumbres y rituales con mucho tiempo de antigüedad. Los esclavos traídos desde África al nuevo mundo conservaron sus raíces en lo más profundo, y como un secreto, de voz en voz y entre familiares, resguardaron los conocimientos y los rituales, los fusionaron con nuevos y se propagaron por el continente manteniendo viva una tradición.


Notas

[1] Tal y como lo expresó Iván Carrasco con el sacrilegio al lúa Papa Legba en una temporada de una famosa serie de televisión estadounidense.

[2] Practicante del vudú y la santería.

[3] Iván Renato Carrasco Zúñiga. "Vudú." Memorias: Revista Digital de Historia y Arqueología desde el Caribe, p. 157

[4] Iván Renato Carrasco Zúñiga. "Vudú." Memorias: Revista Digital de Historia y Arqueología desde el Caribe, p. 157

[5] Iván Renato Carrasco Zúñiga. "Vudú." Memorias: Revista Digital de Historia y Arqueología desde el Caribe, p. 157

[6] Rafael Agustí Torres, “Zombis, bokors y tetrodotoxina: los misterios del vudú”, p. 3.

[7] Rafael Agustí Torres, “Zombis, bokors y tetrodotoxina: los misterios del vudú”, p. 4.

[8] Lilith Dorsey, Vudú Y El Paganismo Afrocaribeño, p. 15

[9] Lilith Dorsey, Vudú Y El Paganismo Afrocaribeño, p. 47

[10] Lilith Dorsey, Vudú Y El Paganismo Afrocaribeño, p. 47


Referencias

Carrasco, Iván Renato Zúñiga. "Vudú." Memorias: Revista Digital de Historia y Arqueología desde el Caribe. No. 26, Barranquilla: 2015, p. 152-172. Documento en línea

Dorsey, Lilith. Vudú Y El Paganismo Afrocaribeño/Vudu and Afrocaribbean Paganism. México: Editorial Lectorum, 2006.

Torres, Rafael Agustí. “Zombis, bokors y tetrodotoxina: los misterios del vudú”. 2020. Documento en línea

Lethal Crysis. “Me hicieron un ritual vudú… (Impactante)”. [Archivo de video], Youtube, 30 nov 2020. Documento en línea